La espina clavada de Marcelino

Marcelino insistió ayer en rueda de prensa en que para ganar al Atlético mañana deben “crearle más ocasiones que el año pasado”. Lo reiteró varias veces, con distintas palabras. Y esa es la consigna que ha intentado plasmar en su vestuario. Porque es cierto. El curso anterior, el Valencia no le creó ni una sola ocasión al Atlético en los dos partidos. En Mestalla, en un duelo de principios de temporada, parecido al de mañana, los dos equipos se tantearon y el duelo acabó 0-0. Las oportunidades fueron rojiblancas y el Valencia apenas llegó a la meta de Oblak. En el Metropolitano fue distinto. El Valencia llegaba con muchas bajas y en medio de una eliminatoria de Copa muy dura, contra el Barcelona. En una fría noche de invierno cayó 1-0, sin apenas inquietar la meta atlética.

El técnico asturiano tiene en la retina esos dos duelos en los que el Valencia no encontró la forma de meter mano a los de Simeone. Es su espina clavada ante un rival que siempre se le dio muy bien, sobre todo con el Villarreal. No oculta su admiración por el trabajo del Cholo y es por eso que le sabe peor no haber encontrado la manera de hacerles daño en los dos partidos de la temporada pasada. Y eso es lo que ha trabajado durante toda esta semana. Mientras el Atlético campeonaba en Tallin, Marcelino ya ensayaba la forma de atacar para crearle ocasiones, algo nada fácil cuando enfrente está el Atlético. Este año tiene más mimbres: Batshuayi, Gameiro, Cheryshev, Wass... Y además llegan descansados y engrasados tras la goleada al Leverkusen en el Naranja. La espina puede salir.