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Que el Inter haga una ofensiva por fichar al mejor jugador del Mundial de Rusia es lógico. Lo extraño es que no haya otros diez equipos de los grandes de Europa en la cola para contratar al genio croata. Luka ha demostrado a sus 32 años tener el talento intacto, las ideas claras y un fútbol más diáfano que nunca. A su grupa se ha subido el Madrid para ganar cuatro de las últimas cinco Champions y ahora lo ha hecho Croacia para vivir un sueño llegando a la final de Moscú. El Inter, además, sabe que Italia se ha convertido en un chollo fiscal para los jugadores que llegan de fuera. Me da miedo que el Calcio vuelva a ser de nuevo El Dorado del fútbol mundial, como lo fue en los años 80 y 90.

Pero a pesar de lo que digan los compañeros de La Gazzetta, estoy convencido de que Luka quiere escribir sus próximas páginas futbolísticas en el Bernabéu. Otra cosa es que los agentes hagan su trabajo y que el club tenga que valorar una renovación que el 10 del Madrid se merece con creces. Sólo le quedan dos años de contrato y es normal que el próximo Balón de Oro (las encuestas así lo dicen) tenga una ampliación de contrato a la altura de su interminable talento. Luka, quédate. El Bernabéu siempre será tu casa.