El futuro pertenece a Inglaterra y Francia
Antes de analizar la final del Mundial entre Francia y Croacia, quiero echar la vista atrás y hablar de las semifinales. Se ha demostrado lo valiosa que puede ser la experiencia en el fútbol. Croacia utilizó la veteranía de sus jugadores y los futbolistas ingleses facilitaron las cosas.
Tras ponerse en ventaja, los ingleses no pudieron imprimir el ritmo adecuado. A diferencia de los partidos con Colombia y Suecia, tampoco estuvieron precisos con sus pases. Y no pudieron usar bien a los veloces jugadores que tienen en el ataque.
Inglaterra tuvo muchos errores y Croacia aprovechó su experiencia, su inteligencia y su mentalidad para conseguir un merecido billete a la final. A la hora de buscar las causas, creo que Croacia ganó más por fuerza mental que por físico. Siempre creyeron que era posible.
Este equipo cuenta además con unos jugadores que tienen una experiencia inmensa y mucha confianza en sí mismos. Muchos de ellos juegan en los mejores clubes de Europa y han ganado títulos esta temporada, lo que les hizo llegar al Mundial con una energía positiva. En los grandes clubes han aprendido a evitar la autocomplacencia y la imprudencia, dos aspectos que a veces se les achaca a los jugadores croatas. Ahora saben la importancia de cada entrenamiento y cada partido.
Yo trabajé en los Balcanes y por eso sé cuál es la causa de que haya tal abundancia de buenos jugadores, no sólo en el fútbol, sino en cualquier otro deporte de balón: se da más importancia a los espíritus libres.
Sobre eso se debatirá en Alemania después de la eliminación de la campeona del mundo en la fase de grupos. Los croatas sí lo hacen: ellos dejan jugar a sus hijos. Los niños pueden driblar, disparar, jugar de forma descarada y creativa. No tienen que someterse a tantos requisitos ni sistemas. Se empapan de la diversidad en las calles.
Quizás algunos de los futbolistas de Croacia no llegarían a jugar en la selección alemana. Pero a muchos de los croatas no les dieron todo servido cuando eran niños, sino que tuvieron que atravesar circunstancias muy difíciles de la vida tras la desintegración de Yugoslavia. Tuvieron que luchar desde el principio para conseguir las cosas.
A la hora de analizar su semifinal, también hay que ver el camino que recorrió Inglaterra para llegar ahí. No tuvieron a ningún rival complicado. Pero estoy convencido de que este equipo tan joven dará que hablar en los próximos torneos. El trabajo que se hace con las categorías inferiores es ‘top’ y cada vez hay más futbolistas ingleses en los principales equipos de la Premier League. Y de eso se beneficia directamente la selección nacional.
Bélgica también tuvo la oportunidad de hacer algo grande en este Mundial y estoy convencido de que habrá que tener en cuenta a esta “generación de oro” en el futuro más cercano. Los belgas también tienen un gran programa de desarrollo en sus categorías juveniles. En Rusia perdieron en semifinales contra una Francia joven pero serena y que jugó con inteligencia. Les Bleus ya no practican un fútbol de Oh là là.
El seleccionador galo, Didier Deschamps, ha conseguido otorgar al equipo disciplina, unidad, táctica y fuerza, incluso a futbolistas complicados como Paul Pogba. Esta disciplina y estatus, a las que ha contribuido mucho N’Golo Kanté, ha ayudado a que salga a la luz la calidad individual de los franceses.
Inglaterra y Francia tienen el futuro ante sí, incluso con mejores perspectivas que las actuales. Ambas selecciones pertenecerán en los próximos seis u ocho años a la Crème de la Crème del fútbol mundial. Sobre todo porque han encontrado la fórmula del éxito: han dejado atrás la posesión del balón y ofrecen un fútbol vertical, de velocidad. Francia e Inglaterra tienen además a los futbolistas ideales para generar espacios a través de los regates. Sus jugadores son de clase mundial.
La velocidad será una de las principales armas de Francia en la final ante Croacia. También el fútbol tan compacto que demostró en la semifinal ante Bélgica. Sin embargo, los croatas también tienen argumentos para responder, como ya demostraron ante Inglaterra. Si los entrenados por Zlatko Dalic son capaces de sacar lo mejor de sí mismos otra vez, tendrán la posibilidad de ganar la final. Pero está claro que Francia llega como favorita al duelo decisivo. Lo mismo se puede decir de Bélgica en el partido por el tercer puesto ante Inglaterra. Creo que los belgas se merecen el premio por el Mundial que han realizado. Según mi opinión, los ‘diablos rojos’ de Roberto Martínez han practicado el mejor fútbol de todo el torneo.
También me gustó mucho la selección de Marruecos, que jugó con mucha confianza y velocidad, siendo mejor que Irán, Portugal y España en la fase de grupos. Me hizo gracia ver de lo que era capaz un equipo supuestamente más pequeño. A Marruecos le faltó únicamente la capacidad de marcar goles. Rusia me impresionó con su espíritu de lucha, lo que contribuyó notablemente al buen ambiente del torneo. Pero para mí el equipo más completo fue Francia, y por lo tanto, será el gran favorito al título.
Lo que todavía queda por ver es quién será el mejor jugador del Mundial. No se puede determinar de manera concluyente y dependerá en gran medida de cómo transcurra la final, con el croata Luka Modric y Kylian Mbappé. Pero no sólo hay dos o tres futbolistas que son claros candidatos: los belgas Eden Hazard y Kevin de Bruyne ya han demostrado que son jugadores de talla mundial. En esta ocasión no se tendrá tanto en cuenta el número de goles de los futbolistas. Lo que sí puedo decir es que hay un cambio de guardia.