Existe una hermosa locura en Croacia con lo que está consiguiendo esta selección. Es lo más grande que ha ocurrido en la historia de nuestro deporte. Muchos compañeros periodistas me preguntan estos días cómo estamos en una final con una población tan pequeña, pero es inexplicable. Lo más importante es la mentalidad de los jugadores. Claro que tienen talento, pero sobre todo una fortaleza mental increíble. Además, algunos han tenido infancias difíciles y ese pasado es importante cuando llegan los momentos más duros de los partidos. Por eso no es casualidad que hayan superado tres prórrogas consecutivas.

A todo esto se une la presencia de un futbolista como Modric, que en mi opinión merece ganar el Balón de Oro. Creo que si Francia gana 3-0 con un hat-trick de Griezmann, el galardón sería para el delantero del Atlético. Pero si Croacia consigue derrotar a Francia y se proclama el domingo campeona del mundo, no habrá dudas: el premio deber ser para Modric. No será sencillo, queda el paso más difícil, pero este grupo de futbolistas ha demostrado durante todo el campeonato que para ellos no existe nada imposible.

Boris Jelavic periodista croata de HRT Croatia.