Dani Pedrosa, adiós a uno de los grandes
Dani Pedrosa se retirará al final de la temporada, una decisión que merece el máximo respeto y absoluta consideración. Se marcha uno de los grandes del motociclismo, tanto por lo que ha hecho como por lo que ha intentado. Su talento está avalado por sus títulos mundiales de 125 y 250cc, mientras que su pundonor no tiene parangón con los intentos de hacer lo propio en MotoGP, por mucho que hayan sido infructuosos. Nunca se rindió pese a que la evidencia justificaba que lo hubiera hecho, su físico ha sido siempre un inconveniente insalvable para domar una máquina por encima de sus posibilidades. Pese a ello, buscó su objetivo sin descanso y con unos resultados muy superiores incluso a lo que la lógica invitaba a pensar. Cierto es que siempre tuvo una montura magnifica, la Honda oficial, pero había que llevarla con su finura.
Si durante su etapa en la cilindradas inferiores su complexión le ayudó en el camino hacia el éxito (incluso con ciertas polémicas por esa ventaja), todo lo contrario ha ocurrido en la categoría reina. Sin olvidar que su fragilidad física también ha supuesto un escollo insalvable en ese camino hacia la gloria de MotoGP, en forma de lesiones casi incontables que tanto le han complicado la vida. Así que no creo que merezca debate la magnitud de su figura en este deporte, por su calidad técnica, coraje, afán de superación, espíritu de sacrificio e inquebrantable voluntad. Nadie le podrá decir que no ha perseguido su sueño, pero todo tiene un límite y diría que Pedrosa ya lo ha alcanzado. Nada que reprocharle, todo que reconocerle. La vida es mucho más que carreras…