Pickford y el mundo al revés
Un buen técnico español que dirigió en Inglaterra me dijo una vez que allí los partidos sólo se juegan a ida y vuelta. Es un intercambio de golpes constante. Nadie sabe jugar de otra manera. No existe cultura diferente de juego. Tampoco en la selección. Quedó comprobado este miércoles, cuando mejor estaba Inglaterra, ganando y con Croacia noqueada. En vez de bajar el ritmo del partido y que pasaran pocas cosas, entró en esa espiral de llegadas a una y otra portería que no tenía sentido en unas semifinales de un Mundial y ganando.
Lo que debían ser momentos de pausa de sus jugadores de mediocampo fueron cada vez más llegadas hacia Pickford. El portero fue el mejor de los ingleses durante el Mundial. El mundo al revés. Inglaterra siempre tuvo problemas en la portería que excusaban al resto de jugadores. El más representativo fue Calamity James. Pero no fue el único. Los inventores del fútbol se dejaron en su formación de jugadores y con el paso del tiempo algo tan importante como la figura del portero. Durante años han estado tratando de solucionar el problema, como si fuera la clave de todo. Pero no lo era. En Rusia no sirvió tampoco para que el equipo volviera a una final. Esta vez fue al contrario de lo de siempre. Pickford neutralizó a los rivales mucho que mejor que sus centrales, especialmente Walker y Stones, que fallaron en ambos goles. Hasta en eso fue extraño el Mundial para los ingleses, con el portero muy sobresaliente por encima del resto. Tampoco bastó.