La capacidad de Brasil para gobernar y ser gobernada

Dos equipos en uno. No disimula Brasil su doble personalidad en este Mundial. Su estupenda respuesta defensiva durante todo el torneo le autoriza a jugar en ataque de dos modos diferentes. Está capacitada para asumir la iniciativa desde atrás o bien salir en transiciones. Los rasgos futbolísticos de jugadores como Paulinho, Coutinho, Willian o Neymar amparan esta dualidad. Ha marcado cuatro goles en ataques posicionales, dos en contraataques y uno en jugada a balón parado. Su carga ofensiva no se ve penalizada en ningún caso. Contra México tuvo que adoptar una postura conservadora en muchos instantes (sólo tuvo el 47% de posesión) y su forma de sacudirse la presión se escenificó en salidas vertiginosas (17 acciones a la contra, gol incluido de Firmino). De sus 93 posesiones, la mitad duraron menos de diez segundos.

Esperar como arma. Es probable que a Brasil le toque abrazar una actitud similar contra Bélgica. Sus semejanzas con la selección de Roberto Martínez, otro equipo aventurado en las aceleraciones, podrían abrir paso a un partido de explosiones incontroladas. El dibujo de tres centrales y dos carrileros larguísimos como Meunier y Carrasco desprotege a los diablos rojos en los márgenes del campo. La profundidad y desequilibrio de Willian (16 regates de 19 intentados frente a México) y Neymar respaldaría la decisión de Tite si resuelve aguardar a Bélgica para sorprenderla a la contra.

La otra variante. El juego posicional de la canarinha también ofrece altas opciones de éxito. Desde el pase (391 entregas de construcción por encuentro) y el desborde (19 quiebros) origina ventajas en todos los partidos. Acostumbra a volcar sus acometidas por el sector izquierdo, tal y como muestra la imagen inferior. La abundancia creativa de Brasil se localiza en esa parte del campo. El entendimiento de Marcelo (o Filipe Luis), Coutinho y Neymar despliega los mejores argumentos ofensivos del conjunto de Tite.

Alianzas productivas. Coutinho y Neymar han protagonizado 112 asociaciones directa entre ellos. A los dos les ha correspondido adjudicarse el liderazgo en diversos momentos. Es frecuente contemplar que Brasil articule su salida desde el lateral izquierdo. Neymar se acerca a Marcelo o Filipe para después intentar girar y operar hacia dentro. En caso de verse abrumado les devuelve el balón para empezar de nuevo (56 pases entre Marcelo y Neymar contra Costa Rica y 53 entre Filipe y Neymar ante Serbia). Asimismo, el polo de atracción que se reconoce en la figura de Neymar sirve para generar amplios espacios en la izquierda cuando el jugador del PSG lanza sus movimientos interiores. El 1-0 ante México se presentó de esta manera. Brasil tiene el talento para dominar con o sin balón.