Siete veces Nadal o Federer
Nadal, Federer, Nadal, Federer, Nadal, Federer, Nadal… Esta ha sido la secuencia del número uno este año. Una alternancia que recuerda a la protagonizada por McEnroe y Lendl en los 80: 12 veces ocuparon consecutivamente el trono, siete de ellas en 1984. Sólo una semana después, Nadal ha recuperado el liderazgo de la ATP. Ambos lograron una cosecha tan suculenta en 2017, con dos Grand Slam por cabeza, y están tan apretados en la clasificación, que cualquier tropiezo aúpa al rival a la cima. Cada uno tiene que afrontar su particular Everest en la defensa de puntos. Rafa repitió su monumental campaña en la tierra, con el undécimo Roland Garros como guinda, y ahora es el turno de Roger en la hierba, donde comenzó con victoria en Stuttgart, para tropezar siete días después en la final de Halle ante Coric.
Ahora le queda por delante la joya de la corona: su posible noveno Wimbledon y los consiguientes 2.000 puntos. A Federer se le ha visto titubeante sobre el verde, incluso tuvo que salvar dos bolas de partido ante Paire. Pero si algo nos ha enseñado la historia es que nunca puedes dar por acabados a Federer y Nadal. Siempre vuelven. En este momento de la temporada, Rafa tiene más fácil sumar, porque en 2017 sólo obtuvo 180 puntos en Wimbledon al caer en octavos. Prácticamente lo mismo que le hubiera ocurrido al suizo si hubiera decidido jugar en tierra, donde no defendía ningún punto y todo hubiera sido sumar. Sabedor de la superioridad de Nadal en este terreno, prefirió descansar para llegar más fresco a la hierba. Ahora encara un exigente ochomil. De momento: Nadal, 8.770 puntos, y Federer, 8.720.