Gareth Bale, su agente Barnett y la presión hacia el entrenador...

Sólo dejó pasar Bale unos minutos desde que se sintió reforzado por lo hecho en un campo (en Kiev) para pedir lo que entiende que le corresponde: “Tengo decidir mi futuro”. Sacó por primera vez los pies del tiesto desde que está en el Madrid. Hasta ese momento, las mataba callando. O mandaba a su agente a las oficinas del Bernabéu. Lo contó Ancelotti en su libro: “El presidente (Florentino) quería hablar conmigo. Cuando fui a su oficina, me dijo que Bale le había llamado. Yo le había sustituido el 4 de enero (en el 2-1 en Mestalla que acabó con la racha triunfal). El agente de Bale se había quejado porque Gareth quería jugar por el centro. El presidente me dijo que qué pensaba hacer y esta fue mi respuesta: ‘Nada’. Desde entonces, la relación con el presidente no volvió a ser la misma”.

Con Zidane, Bale tenía poco que hacer. El francés poseía la autoridad que da el éxito continuado. Tanta lesión y tan poca adaptación cantaban para el técnico francés. Más cuando por detrás vienen los Isco, Asensio, Lucas… Lo dejó en el banquillo ante el PSG en octavos, en la ida de los cuartos ante la Juve y en las semifinales ante el Bayern. Y en la final de Kiev que terminó tan bien para él. Ahora sin Zidane se le abre un horizonte nuevo. Pero quiere certezas para no dar el paso de irse. Quiere saber si Cristiano se queda en el Madrid. También si la intención de fichar a Neymar es firme. Porque Bale quiere todo el pastel para él. Ser importante por primera vez… o salir. “No es un tema de dinero”, dice Jonathan Barnett. Pues dentro del Madrid hay muchos que piensan que es el momento ideal de hacer con él. Muchos, pero aún no Florentino.