En el primer partido de este Mundial, David De Gea cometió, en el segundo gol encajado por nuestra Selección, un error impropio de un guardameta de su categoría. Esto ya nos pasó, como mucha gente ha recordado estos días, a mi admirado Andoni Zubizarreta y a mí mismo. Los dos corrimos distinta suerte. Mientras Andoni siguió jugando, yo fui relegado al banquillo por Camacho en aquella Eurocopa 2000. He leído en algún medio de comunicación que lo hizo porque me vio hundido. No puede estar esa explicación más alejada de la realidad, al menos de la que yo viví.

Cualquiera que se haya puesto debajo de los palos sabe que hay que saber convivir con el error y con las críticas. Y aunque pasas una mala noche después de un partido donde cometes un error grave, al día siguiente te pones a trabajar a tope para demostrar en el siguiente que fue sólo eso, un error en un momento determinado y que eres un gran portero. El problema importante al que yo me enfrenté no fue el error que cometí sino a que Camacho me dejara sin posibilidad de réplica, sin posibilidad de demostrar nada en el siguiente partido, ya que me tocó verlo desde el banquillo. Por eso espero que, aunque tanto Reina como Kepa son dos grandes guardametas y la portería de la Selección estaría bien protegida con ellos, Fernando Hierro mantenga su confianza en De Gea. Lleva tiempo demostrando su gran calidad. ¡¡¡ Ánimo David!!! ¡¡¡Ánimo España!!! Siempre con vosotros.

José Molina fue portero de España en la Eurocopa 2000.