Pochettino y lo que viene detrás
Ya ha transcurrido más de una semana desde que Zidane soltó la bomba y el Madrid sigue desubicado, entre absorbiendo el golpe y rumiando la solución, en clara posición de desventaja. El mercado de técnicos no es el mismo que el de jugadores, pero se le parece bastante y transmitir de salida necesidad, tirando a desesperación según avanza el mes, no es la mejor de las señales. La gran mayoría de los cabezas de cartel en el casting blanco (Pochettino, Klopp, Allegri…) tiene contrato en vigor, por lo que sería un primer paso asumir que llenar el banquillo, sin conformarse, le va a costar al club blanco algún dinero. Aunque no radica ahí el problema, sino en el perfil a elegir dentro de una etapa en el Madrid que avecina cambios para evitar el estancamiento.
Zidane ya insinuó en su despedida cierta necesidad de renovación en la plantilla, un proceso que requiere un líder capacitado. Hará mal el Madrid si, ante las dificultades para desbloquear la situación, cede al impulso siempre presente de la autogestión o da un timonazo poco meditado. La tercera Champions seguida es un hito que, sin embargo, no debe opacar una temporada irregular y una Liga decepcionante, a 17 puntos del campeón. Debe hilar fino el Madrid, Florentino sobre todo, para elegir un hombre que junte experiencia en el alto nivel, alegría en el estilo, mano izquierda para templar los descontentos del vestuario y dotes de mando para instalar las novedades en un grupo hecho y que se ha demostrado refractario a las grandes revoluciones.
El candidato número uno es Pochettino, una elección acorde al panorama, y desde el club esperan un gesto con el que empezar a ablandar ese témpano de hielo negociador que es Daniel Levy, el presidente del Tottenham. Lo preocupante viene después, si se prueba imposible sacar al argentino del club de White Hart Lane. Corre el madridismo el riesgo de acabar en manos de un obseso de la táctica y el orden como Conte (orden en el campo, que no en el vestuario; el Chelsea 2017-18 ha sido un polvorín permanente) o de un recambio de la casa como Guti que, pese a aristas ilusionantes y la reciente experiencia de Zidane, tiene bastante de salto al vacío. Esperemos que Florentino haya aprendido la lección tras el breve paso de Rafa Benítez por la casa blanca y que, ante la duda, acuda a la hemeroteca: 19 de sus 23 títulos en la presidencia llegaron con Del Bosque, Ancelotti y Zidane. Una línea meridiana que marca los éxitos del Madrid del Siglo XXI.