El problema es el equipo, no la Copa

Poner a la Copa del Rey como culpa de todos los males del Barça es de una estulticia preocupante. Incluso en estos tiempos. En el informe de Juan Jiménez respecto al rendimiento del Barcelona en Europa como visitante en las tres últimas temporadas se comprueba claramente cómo el equipo blaugrana ha perdido jerarquía fuera de Europa, coincidan o no las fechas de los partidos con la Copa del Rey.

Que Luis Suárez, que no juega la Copa del Rey en sus primera eliminatorias lleve los mismos goles que Arda Turan fuera de casa en tres temporadas (la friolera de un gol) igual no es culpa de la Copa. Que la única competición donde el Barça lleva un balance claramente negativo en goles a favor y en contra en los partidos fuera de casa sea la Champions (teniendo en cuenta que la primera fase te enfrenta a equipos que difícilmente se clasificarían entre los diez primeros de LaLiga) tampoco debe ser culpa de la Copa. Que el Barça fuera goleado en Roma, Turín, y Manchester tampoco debe de tener mucho que ver con la Copa. Todos esos equipos, como el Barça, jugaron sus competiciones coperas respectivas hasta las fases finales. El problema no es la Copa, el problema es la calidad de una secretaría técnica que ha fichado fatal.