El país de los dos gentilicios
La final de la Copa de Europa (mal llamada Champions League, porque ni se completa con sistema de liga ni participan sólo campeones) se disputó ayer en Kiev, la capital de Ucrania; un país que volvió a ser independiente en 1991 (antes formaba parte de la Unión Soviética) y que nos produce dudas con su gentilicio. ¿Se dice “ucranio” o “ucraniano”?
La forma tradicional es “ucranio”, que tiene cierta antigüedad en español y se puede hallar en el diccionario que la imprenta Gaspar y Roig publicó en 1855, obra en la que no figura su alternativa “ucraniano”. La Academia, por su parte, acoge el gentilicio “ucranio” en 1925, en una edición del Diccionario que tampoco incluía “ucraniano”.
Tenían sentido esas preferencias por “ucranio”, pues los gentilicios de la zona siguen la misma lógica: de Estonia, estonio (y no “estoniano”); de Armenia, armenio (y no “armeniano”); de Lituania, lituano (y no “lituaniano”)…
Sin embargo, en España se empezó a usar “ucraniano” en los años sesenta del siglo XX; y la Academia incorporó esa alternativa en 1984. Ello no obstaba para seguir recomendando el gentilicio tradicional: “ucranio”, que era de gran uso en América. Por ejemplo, el grupo argentino de humor Les Luthiers señala en su delirante presentación de la canción “Oi Gadóñaya”, estrenada en los años setenta del siglo XX, que se trata de una “canción rusa sobre textos de poeta ucranio anónimo”; armonizada, cómo no, por Johan Sebastian Mastropiero.
Pero las tornas se invirtieron en 1992, cuando la docta casa cambió su preferencia y aconsejó el uso de “ucraniano” en vez de “ucranio”. Ahora bien, en todo caso daba por correctos ambos términos (igual que ahora).
Por eso se ha hablado de “el ucranio Shevchenko” (exjugador del Milan), “el ucranio Medvedev (extenista que fue número 4 mundial), el ucranio Onopko (exfutbolista del Oviedo) o el ucranio Ivanchuk (jugador de ajedrez). Pero también del Chernomorets ucraniano (equipo de fútbol), del atleta ucraniano Bulkowski (especialista en medio fondo) o de los exciclistas Popovich y Honchar, ambos ucranianos.
¿Y por qué si la Academia prefiere ahora “ucraniano” hay periódicos que escriben “ucranio”? Tienen tres motivos para hacerlo: sigue considerándose correcto, tiene acreditado uso antiguo y presente en español y, sobre todo, es la opción más corta: mejor tres sílabas y siete letras que cuatro golpes de voz y nueve grafemas. La tarea de cuadrar titulares se parece mucho al empeño de resolver un crucigrama.