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Visitando el VAR de Velasco Carballo

Ya lo saben: este Mundial tendremos VAR, e inmediatamente después en LaLiga. Y he aquí una buena iniciativa: Velasco Carballo, jefe del operativo, está organizando una tanda de reuniones para explicar a los periodistas cómo será el funcionamiento y cuáles son los pasos que se han ido dando hasta encender la luz verde para su implantación en nuestro país. Ayer asistí, con veinte colegas, y comprobé las buenas dotes didácticas de Velasco Carballo y el buen trabajo previo que se ha hecho para entrenar a los responsables en su manejo. Lástima que no viene acompañado por el Ojo de Halcón, más preciso para determinadas circunstancias.

Vaya por delante que el VAR no pretende ser una solución definitiva, sino sólo para casos clamorosos. Su planteamiento me recordó una conversación que tuvimos hace poco, en el Princesa de Asturias, Del Bosque y yo (escépticos), con Butragueño (partidario). Este defendía que no es justo que lo que todo el mundo ve en casa se le hurte al árbitro. Que es justo darle esa herramienta. Eso es válido, desde luego, para casos como aquella mano de Henry o el gol de Lampard en Sudáfrica. Pero no entrará en jugadas fronterizas, opinables. No acabará con las polémicas, pero sí con determinados bochornos que avergüenzan al fútbol.

Sólo se utilizará para goles, fueras de juego, rojas directas y confusiones de identidad en tarjetas. Ni los equipos ni el árbitro lo pueden pedir. El árbitro seguirá teniendo la primera y la última decisión. Su interlocutor con el VAR será otro árbitro de Primera, libre de partido ese día, y cuya designación para esa función se conocerá. Éste le avisará cuando haya algo extraordinario (el ideal, el mínimo de detenciones) y el árbitro decidirá, tras comprobar en la pantalla. Quedarán en el aire muchas jugadas que una afición ve así y la otra asao. Habrá que acostumbrarse a que no es la panacea, pero al menos aquí se implantará tras un buen trabajo previo.