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La ambigüedad de “warm-up”

La expresión inglesa “warm up” se oye mucho en las narraciones de motociclismo. Los comentaristas españoles de este deporte se esfuerzan muy poco, generalmente, por cuidar su idioma, y acuden a éste y otros términos en inglés a pesar de que se dirigen a millones de espectadores potenciales que desconocen esa lengua.

El vocablo inglés “warm” se puede traducir, dependiendo de los contextos, como “caliente”, “templado”, “tibio” o “cálido”. Y “up” es una preposición que significa “arriba” si aparece sola y que cuando va pegada a un sustantivo denota la idea de que algo sube, se levanta, se eleva, aumenta o se intensifica, entre otras posibilidades.

En consecuencia, la locución “warm-up” equivale literalmente a “calor hacia arriba”, o “calor que aumenta”. Pero a nadie se le ocurriría traducirlo así, existiendo una alternativa como “calentamiento”.

Por tanto, cuando los narradores hablan del “warm-up” se refieren al calentamiento o a la preparación. Y en caso de decir “warm-up lap”, se puede traducir como “vuelta de calentamiento”, “vuelta de reconocimiento” o “vuelta preliminar” (si bien no está destinada tanto a “calentar” el motor como a que el piloto se cerciore de que todo funciona bien). En la Fórmula 1 suele denominarse “vuelta de formación”, quizás porque resalta así que los bólidos deben mantener el orden de salida.

No obstante, la locución “warm-up” se usa también en motociclismo para mencionar las vueltas de entrenamiento que los pilotos ejecutan durante 20 minutos en el mismo día de la carrera (antes de que comiencen las pruebas oficiales), y en las que incluso se miden sus tiempos (sin que ello afecte a la clasificación decidida el día anterior). En este caso, ya no se puede hablar de “warm-up lap”, en singular, sino que debe expresarse en plural: “warm-up laps”. Por eso son ambiguas unas frases como “Márquez se salió de la pista durante el warm-up” o “el warm-up está a punto de comenzar”.

La expresión en inglés resulta confusa precisamente porque sirve lo mismo para designar una serie de vueltas de entrenamiento que la vuelta previa a la carrera.

Tal ambigüedad se podría resolver si se hablara de “las vueltas de entrenamiento” o “el entrenamiento de esta mañana”, por un lado, y “la vuelta de reconocimiento” o “la vuelta preliminar”, por otro.

Pero eso es mucho pedir cuando el culto al inglés se convierte en religión, o cuando se carece de recursos para expresar algo en la propia lengua.