Iniesta y los trofeos de la Copa y LaLiga
Hubo finales que se ganaron el derecho de quedar en la historia con denominación propia. ‘La Final del Agua’, por ejemplo, la de 1929, por lo que llovió. O ‘La Final de las Botellas’, la de 1968, por tantas que arrojó el madridismo enfadado al césped del Bernabéu, lo que acarreó la prohibición de los envases de vidrio. La FA Cup tiene su ‘Final de Matthews’, la de 1953, por las brujerías que hizo el hábil extremo. De la del sábado hablaremos siempre como ‘La Final de Iniesta’, no me cabe duda. Su partidazo, unido a la conmoción que provoca la inminencia de su marcha, han creado un impacto general que se nota hables con quien hables.
Además levantó la Copa, como capitán. Y ante la inminencia del título de LaLiga muchos me preguntan si le veremos también alzar ese trofeo, si se romperá eso de no darlo hasta el curso siguiente. Se viene haciendo así por dos razones. Una, que puede ocurrir que la última jornada haya más de un aspirante, y el trofeo que se entrega es único. (Queda en depósito para el ganador, que al año la devuelve. Sólo se la queda en propiedad tras tres conquistas seguidas o cinco alternas, y se inicia un nuevo ciclo). La otra es una precaución excesiva: el resultado del partido no es oficial hasta que se han agotado los plazos para recurrirlo.
Son precauciones exageradas, de otro tiempo. Lo segundo no ha pasado nunca. Respecto a lo primero, ya se mueven tantas copias que no habría nada raro en tener más de una disponible para el día crucial. En este caso, es evidente que el Barça va a llegar solo al ‘Día D’. Sería ideal entregarlo la última jornada, Barça-Real Sociedad, 20 de mayo, día del adiós de Iniesta. Las elecciones a la Federación son el 17. Ayer hablé con los dos candidatos, Larrea y Rubiales, y ambos están a favor de que el trofeo se entregue ese día. Así que pienso que podremos despedir a Iniesta levantando en alto el trofeo de LaLiga.