La Quinta de Luis Aragonés va a la escuela
El lunes empezó el nuevo curso ‘exprés’ de entrenadores, para exjugadores de élite. Lo llamo ‘exprés’ para diferenciarlo del que cursan en sus territoriales los que no llegaron a tanto, y que es más largo. A éste acceden los que han jugado al menos ocho años en Primera o diez veces en la Selección. Ahora nos llega un ramillete selecto. La Quinta de Luis Aragonés, podríamos decir. Los más de ellos pasaron por La Roja cuando él la dirigía. Alguno, como Raúl, sin tanta suerte como los Xavi, Xabi Alonso, Senna, Capdevila, Víctor Valdés... Si hablo de Luis Aragonés es porque fue un parteaguas en el fútbol español.
Más de una vez le escuché a Menotti decir que el fútbol español tenía que elegir entre ser toro o ser torero. Luis, a pesar de que sus raíces se hundían en una época lejana y castiza, escogió que nuestro fútbol dejara de ser toro (la furia) para ser torero (la habilidad, el tiqui-taca). Hizo una apuesta revolucionaria por la habilidad y el ingenio, despreocupándose de la estatura y el músculo. Así ganó la Eurocopa, sobre esa idea creó Guardiola su gran Barça (que vino justo después, no antes, lo que suele olvidarse) y por la misma línea ganó Del Bosque el Mundial y la siguiente Eurocopa. Desde entonces, España exporta técnicos.
Hasta de Alemania mandaron gente aquí a ver cómo se hacían las cosas. Hoy, el campeón de la Premier lo entrena Guardiola, el de Francia lo entrena Unai Emery, pero con ser eso relevante, no es lo principal. Son decenas y decenas los técnicos españoles de cualquier nivel que andan por el mundo, sea como primeros entrenadores (Gregorio Manzano y Luis García en China, Manolo Jiménez en Grecia, Luis Milla en Indonesia...) o como auxiliares o directores de escuela. El fútbol hace ‘Marca España’ y estos viejos-jóvenes ídolos que hoy van a la escuela con su cuaderno de apuntes tienen la responsabilidad de renovar el legado de su maestro.