Alonso nunca defrauda

El arranque del Mundial de Fórmula 1 ha resultado tremendamente prometedor. La victoria de Vettel ha puesto en entredicho el favoritismo incontestable de Hamilton. No quiere decir esto que el británico no siga teniendo la mayor parte de las papeletas para repetir título, pero que pueda tener algún tipo de oposición es siempre una buena noticia para el interés y la emoción del campeonato. El Mercedes sigue siendo mucho Mercedes y a Ferrari le va a costar darle la vuelta a la situación, lo que no significa, como se ha visto en esta primera carrera de Australia, que no puedan existir algunas incertidumbres en este sentido... porque Vettel también es mucho Vettel y Ferrari necesita con urgencia una reacción.

Más allá de la lucha por la victoria, el protagonista en Australia ha sido incontestablemente Fernando Alonso. El asturiano nunca defrauda y en cuanto la mecánica le acompaña lo más mínimo saca a relucir su talento inconmensurable, suficiente para maquillar las carencias de su monoplaza y conseguir un resultado tan clarificador como este quinto puesto. Por supuesto que no es lo que a él le satisface ni lo que sus seguidores ambicionan, sin embargo ilustra perfectamente el estado de la cuestión: si el McLaren Renault progresa como debiera, no será el piloto quien no dé la talla. Suena a obviedad, aunque no está de más recordárselo a aquellos que tienen tendencia a olvidarlo.