Iniesta: se acerca su final en La Roja
Adiós. Andrés Iniesta se sentó con Manu Carreño el jueves en El Larguero. Siempre es una delicia escucharle. Un tipo sencillo, nada de lo que él hace le parece importante. En su línea: habla poco, dice mucho. Lo que expresó da para tragar saliva y a duras penas pasa. Fue muy claro respecto a la Selección, tiene fecha de caducidad. Todo indica que dirá adiós tras Rusia. Da vértigo pensar en ello. Para mí, el mejor jugador español de la época moderna. Y es que si uno hecha un vistazo al once que ganó el Mundial en Sudáfrica, se da cuenta de que ya sólo quedarán dos después del Mundial: Ramos y Busquets. Además de la opción de que Pedro vuelva a ser importante, entendiendo que Piqué cumple con lo que dijo. Irremediablemente habrá que buscar otro sello, ya con el adiós de Xavi y Xabi se corrigió con relativo tino. Seguirán Silva, Isco, Asensio, Thiago, Koke... Pero ya nada será lo mismo. Iniesta es absolutamente irrepetible. En la Selección y en el Barça.
De un plumazo. Es casi inédito lo que ha ocurrido en la Real Sociedad. El director deportivo y el entrenador, fuera de una tacada. Loren y Eusebio sabían que tenían fecha de caducidad, pero no se esperaba que fuera marzo. La grada señaló en la última derrota al exjugador txuriurdin, eso le afectó, hasta el punto de dimitir. Eso y los rumores desde semanas de la llegada de Olabe al cargo. Diez años de servicio y una salida por la puerta de atrás. Respecto a Eusebio, en la primera vuelta tu equipo es el que más bonito juega del campeonato y en la segunda estás finiquitado. En la primera vuelta has descubierto al mejor lateral derecho desde López Rekarte y en la segunda resulta que te lo has encontrado. ¿Qué busca la directiva de la Real echando, a falta de nueve jornadas, al entrenador ahora que la temporada no tiene objetivo por cumplir? ¿No merecía Eusebio cerrar la temporada? Sí. Sin duda. Supongo que la directiva ha creído que si no actuaba, el señalado la siguiente vez iba a ser el palco de Anoeta.
El limbo de Marc. Imaginen a una estrella mundial de nuestra Liga de fútbol que pierde todos los domingos 5-0, en uno de los peores equipos del campeonato que, día sí día también, baja los brazos con estrépito. En esa jaula sin salida está Marc Gasol en los Grizzlies. Marc siempre fue fiel a Memphis, es su único equipo. Lleva diez años en Tennessee. Es inevitable pensar que Marc está pasando sus mejores años deportivos en una franquicia sin opción a anillo o finales de conferencia. Es verdad que con un contratazo económico, pero es una pena ver así a uno de los mejores cincos del planeta. El caso es que en la NBA el jugador es carne de mercado y salvo contadas excepciones ninguno puede vetar un traspaso. Eso puede ayudar a Marc. Memphis podría optar por un nuevo proyecto y liberar el contrato de Marc para que pueda luchar por un sueño que por calidad merece. Aún está a tiempo.