España va camino de Japón

Comentaba Alfonso Feijoo en el reciente encuentro de AS con el presidente de la FER que “en 1999 jugamos un Mundial, y aquello no se aprovechó. No podemos dejar pasar este tren”. Lo dijo antes del triunfo histórico ante Rumanía hace tres semanas con el que los Leones se encontraban, de frente y de forma inesperada, con un billete a Japón. El combinado de Santi Santos ha hecho los deberes tras ir apartando fantasmas en los últimos años, especialmente sobre la llamada de jugadores nacidos en Francia y la supuesta falta de implicación de los mismos. El resultado habla por sí solo. El deportivo, y el social.

No se trata sólo de hablar de si España le gana a Alemania, que era lógico, o si debe repetir ante Bélgica (los Leones son favoritos, pero esos 80 minutos hay que jugarlos…), hay que fijarse también en las 16.000 personas que hubo ante los Robles, o los 15.000 que se acercaron esta vez ante Alemania pese a la falta de cartel del rival y la amenaza de lluvia. Se trata de que hasta el Rey Felipe VI ha hecho por acercarse a un partido como éste, dando su apoyo a un momento que debe servir como punto de inflexión.

Porque sólo si entre todos damos un escaparate mayor a este deporte, si logramos su difusión, se comenzará a jugar en las escuelas, se acabarán los clichés de si es peligroso y así se formará una base sobre la que trabajar para que nuestra competición sea mejor (imprescindible que las empresas se sumen con patrocinadores) y suba el nivel para no tener que depender de la llegada de jugadores nacidos en el extranjero, hijos y nietos de españoles, a los que, insisto, debemos agradecer su implicación. España va camino de Japón, y tanto si lo logra como si no, no podemos dejar escapar este tren.