Muchas incertidumbres para Alonso

Se ha hablado mucho en la presentación del nuevo McLaren sobre su estética. Que si es bonito, que si el color naranja, que si recuerda al de Indianápolis... Detalles obviamente insignificantes porque lo importante es que ese coche vaya bien, que tenga las cualidades necesarias para dejar atrás la pesadilla de tres temporadas desastrosas de sociedad con Honda. Y para saberlo no queda otra que esperar, es pronto para hacer un pronóstico puesto que son muchas las incertidumbres que se ciñen sobre la escudería de Woking. La más apremiante e importante es la adaptación del monoplaza al motor Renault que utilizarán a partir de ahora, un desafío que nunca es sencillo y que puede requerir en ocasiones de más tiempo y dedicación de lo deseable. Veremos si es éste el caso, hoy es difícil anticiparlo...

En principio no me ha parecido que el MCL33 sea un conjunto especialmente sofisticado, que cuente con soluciones innovadoras que empujen al optimismo desde el primer golpe de vista. Por ello es básico conocer su rendimiento en pista, esperar a los entrenamientos de pretemporada para posicionarlo con mayor precisión. Confieso que soy algo escéptico al respecto, hemos sufrido tanto los últimos años que apostar por una reacción efectiva e inmediata de McLaren es casi un dogma de fe. A Alonso se le ve animado y con las ganas de siempre, una actitud que le honra pero que no tiene que ser necesariamente esclarecedora sobre el potencial del coche. El asturiano tiene el plan B de la resistencia con Toyota y quizá eso le tranquilice: si las cosas siguen mal en la Fórmula 1, su hambre de triunfo se saciará con otros objetivos.