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LA MAGIA DEL TENIS

Si vas a comprarte una raqueta, deberías leer estos consejos

La elección de una raqueta adecuada en función de tu estilo de juego es fundamental si quieres dar lo mejor de ti cada vez que saltes a la pista.

Si vas a comprarte una raqueta, deberías leer estos consejos

En cualquier disciplina deportiva siempre vamos a encontrar distintos perfiles de jugadores, cada uno de ellos con una experiencia y pericia determinada. El tenis no es una excepción; por ello, las marcas diseñan y comercializan raquetas pensando en un público heterogéneo y de necesidades dispares.

Tipos

Así pues, en función de sus características, existen tres tipos de raqueta:

Raquetas de potencia

Tienen una cabeza bastante amplia (690-871 cm2) en la que concentran su liviano peso (226-269g) y una rigidez alta. Están pensadas para jugadores principiantes o con un swing corto que buscan una herramienta que les ayude a generar potencia.

Raquetas de nivel intermedio

Suelen ser algo más pesadas que las raquetas de potencia (269-312g). Están concebidas para ser empuñadas por jugadores de todos los niveles (preferentemente nivel medio-avanzado). Poseen un equilibrio variado y con una cabeza que oscila entre los 613 y los 658 cm2.

Raquetas de control

Como su propio nombre indica, son raquetas que sacrifican potencia para ofrecer una mayor sensación de control. El tamaño de la cabeza es pequeño (548-632cm2) y son las más pesadas del mercado (326-370g). Este es el tipo de raqueta que utilizan los tenistas profesionales y amateur de alto nivel. Exigen una buena condición física, ya que el jugador es quien tiene que generar la mayor parte de la fuerza al impactar la pelota.

Características

A la hora de confeccionar una raqueta se tienen en cuenta multitud de parámetros que luego no siempre son entendidos por el usuario de a pie. A continuación explicamos los más importantes y de qué manera influyen a la hora de jugar.

Ampliar

Tamaño de la cabeza

Este factor es directamente proporcional a la potencia generada (a mayor tamaño, mayor potencia). Las raquetas con una cabeza grande tienen el punto dulce más amplio y, por tanto, no penalizan tan severamente la falta de precisión. Sin embargo, una cabeza reducida proporciona un gran control, siempre y cuando el jugador ejecute el golpe a la perfección.

Peso

Una raqueta ligera permite unos niveles de maniobrabilidad más altos pero son más inestables, por lo que el impacto de la bola transmite más vibraciones a la muñeca, el codo y el hombro. Por otro lado, las raquetas más pesadas, requieren de un swing más largo pero proporcionan mayor estabilidad.

Rigidez

Un marco rígido trasmite a la pelota mayor potencia que un marco flexible. Los jugadores que buscan control suelen decantarse por raquetas más flexibles. Para determinar la rigidez se establece un baremo de 0 a 100, en el que 100 representa la rigidez absoluta. La mayoría de las raquetas se encuentran enmarcadas entre los valores 45 y 75.

Balance

Este factor determina de qué manera se distribuye el peso de la raqueta. Cuando el peso está concentrado en la zona de la cabeza, la raqueta podrá generar potencia con más facilidad, mientras que si la mayor parte de la masa se localiza en el mango, la raqueta tendrá mayor maniobrabilidad.

Longitud

Las raquetas más largas generan mayor potencia al ejercer una mayor palanca, pero deben reducir su peso para no penalizar su manejo. La longitud de una raqueta está comprendida entre los 68,58 (longitud estándar) y los 77,66 cm.

Patrón de encordado

Consiste en la alineación y separación del cordaje de una raqueta. Un encordado abierto supone una distribución más dispersa de las cuerdas, ofreciendo mayores efectos pero reduciendo la vida útil del cordaje. Un encordado cerrado aumenta la sensación de control y disminuye las probabilidades de rotura.

No hay que olvidar tampoco que el grip de la raqueta se adapte correctamente al tamaño de nuestra mano. El perímetro de las empuñaduras oscila entre los 10 y los 12 cm. Una buena forma de comprobar si el puño de una raqueta se adapta bien a la mano es introduciendo el dedo índice en el espacio que queda libre entre los dedos y la palma al empuñar la raqueta; si el índice no cabe, el grip es demasiado pequeño, mientras que si sobra un espacio considerable, el grip será demasiado grande.

Aunque todas estas indicaciones son realmente valiosas, la mejor manera de verificar si una raqueta se adapta a nuestro estilo de juego es teniendo la oportunidad de jugar con ella y comprobando la sensación que nos trasmite en pista.