El Atlético puede echar cuentas
Empató el Barça, Guaita mediante, y el Atlético, que no hace tanto tiempo estuvo a once puntos, se le ha acercado a siete. Una distancia enorme, pero que parece menor de lo que es precisamente por esa mengua de cuatro. El Atlético echa cuentas, para las que se apoya en el Madrid, porque los enemigos son también para las ocasiones: “Si ganamos al Barça y también les gana el Madrid, sólo faltaría un punto. Y si el Barça ha vuelto a ceder un empate, ahora ante el Getafe...”. El caso es que el Barça sigue invicto, con 18 victorias y cinco empates, 60 goles marcados y 11 encajados. Pero el Atleti se cree capaz de adelantarle. Se nota en la calle. Y eso que el equipo no enamora.
Simeone lleva tiempo escuchando quejas contra el fútbol siderúrgico que ofrece. Ese culto al esfuerzo se vio bien cuando el club venía de días difíciles. Pero con una Liga ganada, dos finales de Champions y un campo que es un primor, ese estilo plebeyo rechina a muchos. Simeone ha estado en dudas alguna vez, se le ha notado. Ha hecho amagos, en la contratación de determinados jugadores, ha experimentado con el 4-3-3 de vez en cuando, pero acaba volviendo a lo mismo una y otra vez. Hace al menos tres temporadas que le veo amagar esos intentos, pero no persevera.
Este es un Atleti de ‘código binario’, me dice Matallanas: 1-0, 0-1... Málaga fue una expresión perfecta de ese anhelo: golito de Griezmann en el minuto uno y se acabó. El partido más corto de LaLiga, escribió Kiko. Un gol, tres puntos, porque lo demás queda en manos de Oblak. ‘Obli, Oblak, no se puede ni resfriar’ reescribió Patricia Cazón la conocida coplilla. Una portería a cero da puntos. Los partidos del Atleti han producido hasta ahora 43 goles, entre marcados y encajados, por 71 del Barça, 73 del Madrid, 72 del Valencia y 88 de la Real Sociedad, récord en la materia. El Atleti no regala espectáculo, pero es el único que aprieta al Barça.