El espejo de Cristiano y la charla pendiente entre Kepa y De Gea
La última intentona. Cuando los contratos de renovación entre el Athletic y Kepa se estaban ultimando, el Madrid volvió a llamar, pidiendo a los agentes del jugador, que se lo pensase, que era su portero de futuro y que, en junio se podría hacer. El club blanco, en realidad, quería a Kepa operado y el meta no quería arriesgar su posible presencia en el Mundial. Florentino no quería la foto del Madrid pagando la cláusula en la Liga y el Athletic se negaba en redondo a cualquier negociación, incluso cobrando más de 20 millones. En cualquier caso, lo que echó para atrás al portero fueron las declaraciones de Zidane. El técnico siempre tuvo claro que el éxito o el fracaso esta temporada tendría que ver con morir con sus ideas y con los mismos hombres con los que empezó el curso.
La portería de España. Algún quebradero de cabeza le va a costar a Julen Lopetegui la confección de la lista mundialista, empezando por la portería. A día de hoy, De Gea y Pepe Reina parecen intocables. Julen siempre tuvo mirada larga y la plaza del portero de futuro está designada para Kepa, si sus problemas físicos remiten y recupera la titularidad en ‘su’ Athletic. No tendría precio escuchar su conversación privada con De Gea sobre el Real Madrid, entre faxes y promesas incumplidas. Sin embargo, más allá de que Sergio Rico tiene mínimas opciones, otro nombre vuelve con fuerza. Sergio Asenjo es ejemplo de demasiadas cosas como para olvidarse de él. Su recital en el Bernabéu dejó muchas lecciones y la certeza de que el meta del Villarreal siempre vuelve.
El ‘siete’ a Isco. Más allá de que al Madrid por fin se le aparecieron los laterales, la versión superlativa de Bale y la jerarquía de Nacho, el mejor defensa del Madrid esta temporada, resonó con fuerza la ausencia de Isco del once. Zidane ensayó la bbC con Mayoral y volvió Benzema, con el sonido de viento del Bernabéu. En sus palabras, Zizou dice que Isco es importantísimo; en sus hechos, el importantísimo es Karim. Isco sólo volará cuando sus partidos menos buenos, que también los tiene, no tengan la sentencia del banquillo.
CR, en el espejo. Querer ver cuanto antes el estropicio junto a su ceja es una anécdota, comparado con el goleador histórico del club que se parte la cara por un nuevo gol. Mientras Cristiano crea ver en el espejo al mejor jugador del mundo, su cuerda, como futbolista de época, durará.