Alonso vive para competir

La decisión de Fernando Alonso de probar fortuna en otras categorías es, básicamente, consecuencia de su frustración en la Fórmula 1. Vive para competir y llevar tanto tiempo sin hacerlo con McLaren precipitó su decisión de lanzarse a la aventura de Indianápolis el pasado año, participar en Daytona este mismo mes y soñar con las 24 Horas de Le Mans de forma inminente. Me parece comprensible y legítimo, son experiencias que le hacen volver a sentirse piloto, alejarse de la impotencia de ponerse al volante de un coche que jamás estaría a la altura de su talento. La escudería de Woking está siendo generosa en ese sentido, como no podía ser otro modo en una especie de ley de compensación por cuanto le ha arrebatado de ilusión y potencial en el trienio de nefasta colaboración con Honda.

Las 24 Horas de Daytona no forman parte de la famosa Triple Corona que Alonso se ha marcado como objetivo. Pero entiendo que le apetezca correr allí. Hace un par de años visité el circuito como un mero turista e incluso sin el ambiente de las carreras es realmente majestuoso, espectacular. Las fechas son propicias, fuera de la temporada de F1, y empezar a descubrir la dinámica de una prueba de larga duración le resultará muy valioso cuando llegue el momento de su asalto a Le Mans. Lo que también me admira de su actitud es la ausencia de reparos ante la exposición pública y deportiva que suponen estas aventuras. Todos pendientes de él y poniendo sobre el tapete de juego su prestigio de campeón mundial. La gloria es para los valientes y en ese sentido tampoco Fernando se queda atrás.