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El regreso del VAR en el Mundialito...

Con el Mundialito nos hemos reencontrado con el VAR, y como en la edición pasada, la experiencia no es para entusiasmar. Y no lo digo por influencia en el resultado, que no la tuvo. Al Madrid le quitaron un gol en condiciones muy discutibles, sobre las que he de volver, y al Al Jazira otro, detectando bien un fuera de juego apurado, lo que alejó el fantasma de la catástrofe. Pero de la primera jugada, aún intrascendente como resultó ser por el marcador final, queda una sensación de que el VAR no va a resolver discusiones, sino agravarlas. Si esto nos pasa en un Clásico o en un derby madrileño o sevillano, acabamos todos en comisaría.

Está bien el VAR (mejor el Ojo de Halcón) para jugadas de cajón, esas de si el balón entra o no entra o de si hay o no hay fuera de juego. Pero para las sujetas a interpretación... Y ese fue el caso del gol anulado el Madrid, en el que hay una posición equívoca de Benzema. Está adelantado y activo. Eso, años atrás, era sancionable con fuera de juego. Ahora se entiende que no. Pero llevamos un tiempo toqueteando las reglas, y en según qué país interpretando según qué cosa de según que manera, y resultó que al árbitro brasileño, tras detener el juego y volver a ver la jugada, le pareció que lo de Benzema era off-side. Y la FIFA lo respalda.

Eso, por cierto, después de anular primero el gol por presunta falta de Casemiro y de darlo después, para finalmente retirarlo tras mirar la jugada en una pantalla junto a la banda. Olé. No-gol, sí-gol, no-gol... Y tras el veredicto vendrá, como se teme Iturralde, una nueva reconsideración del criterio último del fuera de juego, más permisivo que el de tantos años atrás. Sé que el VAR es inevitable. Hará correr dinero en licencias, dará empleos a ex árbitros, pero nada de lo que voy viendo hasta ahora me tranquiliza. Sí el Ojo de Halcón, que resuelve cosas objetivas. Pero del VAR me temo que va a venir mucha discordia y confusión.