Homenaje a Ortí y gol de Messi al limbo
Partidazo en Mestalla, digno homenaje al presidente desaparecido, Jaume Ortí, con el que el Valencia vivió tiempos felices que ahora quiere reverdecer. El club, pese a estar en manos extranjeras, supo rendir tributo al recuerdo de este hombre que se nos ha ido demasiado pronto, dejando vacío el asiento principal del palco. El partido lo presidió él, en su homenaje se desplegó antes del inicio aquel su célebre ‘Palmito de Aldaya’, en su homenaje jugaron con formidable entrega los dos equipos y en su homenaje se colocó Rodrigo la peluca naranja cuando marcó el gol del Valencia. Fue una noche digna de un presidente de verdad grande.
El Barça, por su parte, sale firme del partido, a cuatro puntos del Valencia y a ocho de los madrileños. Menos que ayer, pero mucho. Jugó el primer tiempo con abrumadora presión, anulando al Valencia, pero sin encontrar rendijas en la perfecta defensa del rival. Recurrió a los tiros desde fuera y uno de ellos, de Messi, fue gol gracias a un fallo grave de Neto, que se revolvió y sacó el balón de dentro. Al árbitro le pilló tapado, al linier, en la línea de la frontal del área. Se entiende que no lo vieran, pero jugadas así hacen que se eche de menos el ojo de halcón, que ya funciona en la Champions y en otros países. Un verdadero cante.
Así que nos fuimos al descanso 0-0. Y a la vuelta, el Valencia se creció, rompió el cerco, corrió una barbaridad y jugó bien. Se adelantó para júbilo de su gente y siguió en sus galopadas, en busca de otro gol. Es fuerte de verdad este Valencia. Pero el Barça tiene a Messi, que cerca del final le metió una de esas pelotas de extrema calidad a Jordi Alba que tanto prodiga y que son directamente indefendibles, y el lateral la convirtió en el empate. Quedaba poco, pero nadie se conformó. El final fue tremendo, con idas y venidas, jugadas de peligro y una emoción bárbara. Al final, un empate bueno para ambos, pero los dos se fueron pensando que quizá...