Necesitaban ganar y salieron a empatar
A primera hora de la tarde, y no muy lejos del flamante Wanda Metropolitano, el Barça hizo su contribución debida al derbi madrileño ganando en Leganés. No fue el mejor Barça posible, incluso puede decirse que tuvo que agradecerle mucho a su portero, pero colocó a los dos rivales madrileños a diez puntos. Obligados a ganar, pues, sobre todo el Madrid. Esa sensación flotaba en el ambiente al empezar el partido... pero no tanto durante su transcurso. Ninguno de los dos fue francamente a por la victoria, si acaso el Madrid, sólo muy al final. Ninguno de los dos confía de verdad en sus posibilidades.
Salió mucho más fuerte el Atleti, desconcertando incluso al Madrid. Nervioso por la avalancha, llegó a meterse un balón hasta su propio punto de penalti en tres fallos sucesivos, indultados por un error inexplicable de Correa. Pero eso y un lejano tiro de falta de Cristiano fueron los únicos instantes de peligro en las porterías. El resto fue pasión, pierna dura, protestas y arbitraje cobarde, y por ende casero. Casi siempre destacando la energía del Atleti. Sólo cuando los rojiblancos bajaban algo el ritmo asomaba el Madrid. Y siempre con Isco al frente. El suyo fue un partido colosal, como suele, muy por encima del resto.
La segunda mitad mejoró algo. Los cambios fueron atrevidos por las dos partes y los jugadores entendieron el mensaje. No valía empatar. Torres, que salió por Griezmann, muy abucheado al retirarse, compareció con un jugadón en el que Gameiro casi marca. Ese fue el despertador del partido, que de ahí al final se animó algo, pero a ratos, a tirones. Hubo sustos ocasionales a un lado y a otro, pero nunca realmente buen juego, ni remate poderoso. Muy al final, el Madrid, más urgido, apretó con verdadero interés, pero sólo Isco está de verdad lúcido. Así que empate final y el Barça se va a diez puntos.