Cruzados rotos en el Madrid
El Madrid ha tenido otro accidente de consideración. Ognjen Kuzmic se destrozó el jueves el cruzado de la rodilla izquierda en medio del estupor general. Laso viene de un verano difícil en el que ha tenido que improvisar una nueva estructura de equipo después de que Llull se rompiera otro cruzado, este el derecho, en un amistoso de la Selección en Tenerife en agosto. Borrado en la Supercopa por el Gran Canaria, el Madrid había conseguido voltear la situación con un inicio modélico. En Liga Endesa había ganado en la cancha del campeón y en Euroliga ha empezado con dos triunfos de prestigio ante Efes Pilsen y CSKA. Kuzmic no era un jugador franquicia para el Madrid, pero sí una pieza distinta, concebida para momentos señalados. Por eso vino en lugar de Hunter.
Aunque empieza a estar algo en desuso, clubes como Fenerbahce (Vesely) Barça (Tomic), Valencia (Pleiss), Unicaja (Shermadini que tantos problemas le dio a Laso con Andorra) mantienen la figura del pívot ‘siete pies’ que el Madrid no tenía la temporada pasada. Kuzmic era esa pieza que podía solucionar días concretos y ya no estará más esta temporada. Ahora Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros están obligados a hacer un nuevo ejercicio de imaginación. Con Randolph fuera de juego también tres semanas, el juego interior queda en manos de Ayón y Felipe y el equipo va a volcar su peso en su niño prodigio. A Doncic le toca llevar el volante en las dos fases regulares hasta que vuelva el gran Llull. Los cruzados rotos han atacado fuerte al Madrid.