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La estrella de Isco resplandece, la sonrisa de Bale languidece

La luz de España. La Selección nacional tiene una estrella en el pecho y otra, que brilla con luz propia, en el plantel. Isco Alarcón mostró al mundo contra Italia que su nivel es sencillamente superior. En Israel, Lopetegui, cuando vio que España no tenía su día, tuvo que recurrir a él para poner un broche de oro a la clasificación para el próximo Mundial de Rusia. Su sola presencia en el campo activó al equipo y metió pánico en la defensa israelí. España, además de un estilo y un entrenador, con un importante abanico de soluciones tácticas, también tiene una estrella del fútbol con hambre de gloria.

La fórmula mágica. Un exjugador del Real Madrid reflexionaba sobre el rendimiento del futbolista. Su máxima es que “el 90 por ciento de un jugador es la confianza”. En el Málaga de Pellegrini, con todos los galones, Isco ya fue una maravilla. En la Selección, con Lopetegui como técnico, sabe que es el referente del equipo y Zidane se ha dado cuenta hace tiempo de que su otro yo, el jugador que más emula su talento, tiene que ser bandera de su proyecto. No es casualidad que esté entre los 30 nominados al Balón de Oro. El duende de Isco sólo necesita continuidad.

El palo de Gales. El pasado lunes fue un día terrible para Gareth Bale. La selección que, bajo su liderazgo, dejó boquiabierto al fútbol europeo la pasada Eurocopa, alcanzando las semifinales, se quedaba fuera de la repesca del Mundial. Su sufrimiento y su mirada perdida en la grada de Cardiff lo dicen todo. Las lesiones, no sólo le han dejado fuera de la lista de los mejores del último año, sino que le apartaron del sueño mundialista y de la lista del Balón de Oro.

Una dura recuperación. A la incertidumbre física que acompaña al galés de un tiempo a esta parte se une el desgarro que supone para cualquier estrella del fútbol verse fuera de la cita mundialista. En España, país de clubes, tan malacostumbrado a llegar a fases finales ganando casi todo, no se le da mérito a jugar Mundiales. Para Bale, quedarse fuera de Rusia es una muesca en su carrera. Además del sóleo y los isquios, ahora lo más difícil es recuperar también la cabeza y centrarse para volver a ser de los mejores.