Con Lopetegui también vale disparar desde lejos
La Selección remató la fase de clasificación con una victoria menor en un partido hueco y sin emoción, pero que dejó conclusiones significativas.
Triunfo esforzado. La Selección remató la fase de clasificación con una victoria menor en un partido hueco, inocuo en las áreas y desabrigado de emoción, pero que dejó algunas conclusiones significativas, tanto a nivel grupal como individual.
Pluralidad de sistemas. España empezó con el identificable 4-3-3 o 4-2-3-1, intercambiable en sus posiciones, y retocó el dibujo tras el descanso al instaurar una defensa de tres que tanto aire le da Lopetegui. Esta capacidad camaleónica le hace menos previsible.
Arma ofensiva. La Selección tampoco renuncia al disparo desde larga distancia ante rivales encapsulados en las proximidades de su portería (11 lanzamientos desde fuera del área). El gol de Illarra premió la voluntad de España.
En progresión. El mediodentro de la Real Sociedad acentúa su crecimiento en cada ocasión que le concede Lopetegui (108 pases y diez recuperaciones). También cumplieron Azpilicueta y Monreal, recursos de rango, y Viera aparcó su timidez inicial.
Busquets e Illarra, en paralelo
Los dos centrocampistas se ubicaron en la misma línea y eso restó opciones de pases con intención de avanzar durante el primer tiempo.
Mayor soltura
El cambio de sistema reposicionó a Busquets como único pivote y soltó más a Illarra, que tuvo referencias por delante para combinar con ellas.