Simeone: se acabó el discurso de ser tercero
Ambición. Simeone cumplirá en diciembre seis años al frente del equipo, días después, tendrá por fin una plantilla para pelear por todo. No me cabe duda de que acelerará en el discurso, en su foro interno nunca le sirvió con ser tercero, siempre rindió por encima de sus posibilidades. Ahora no hay excusa, las dos piezas que llegan elevan el nivel. Diego Costa y Vitolo. No es sólo lo que viene, es lo que ha conseguido mantener, Saúl y Koke son bandera, Griezmann al menos hasta junio, tiene al portero más en forma del mundo, y dos parejas de centrales de primer nivel mundial. Deberá llegar “vivo” a enero, como el corredor del Tour que debe salvar la primera semana de caídas. Si lo consigue, será temible.
¿Adiós al tridente? Estoy convencido de que Valverde hará ‘un Zidane’. El francés acabó con la bbC por la lesión de Bale, metió un centrocampista más y el equipo jugó mejor y ganó más. El entrenador del Barça acabará haciendo lo mismo mientras Dembélé esté fuera, dejará el 4-3-3 por el 4-4-2, ese cásting por suplir al francés se puede cerrar sin elegido. Más aún con el buen momento que viven Denis, Paulinho o Sergi Roberto. Iniesta se siente más arropado, se desengancha más y está más cerca de Messi. Es más él. Esa me parece la clave de la idea que tiene en la cabeza el entrenador extremeño. Los tridentes ya no están de moda.
La rebelión de los modestos. Asombrado por el rendimiento de los recién ascendidos, cada uno con su estilo, los tres traen de la Segunda División un trabajo táctico que ahora da sus frutos. Los tres con entrenadores españoles de ideas claras. El Levante sin perder, con Bardhi, revelación del tramo inicial de temporada, un Juninho Pernanbucano macedonio, cuando cuentas con una secretaría técnica de nivel, das con perlas como ésta. El Girona con el sello del 3-5-2 de Machín, laterales largos, un centro del campo que muerde y la experiencia de Stuani para rematar faena. Y Bordalás en el Getafe juega a pocos goles, concede lo justo, espera el error y si lo tienes te pasa la factura. Por fin puede defender en Primera lo que se ganó en Segunda.
Yeray está curado. Qué bueno y qué buen mensaje para toda la gente que de manera directa o indirecta convive con la enfermedad. Ánimo para todos. Se puede. Ya os conté aquí que acabará siendo central de La Roja, al tiempo.