Marcelo, Neymar y Margarita
El acierto de Mijatovic. Don Alfredo Di Stéfano se dirigió a aquel niño brasileño de 18 años con cara de susto y le dijo antes de hablar por primera vez con los periodistas “cortito y al pie”. Le hizo caso, al menos esa vez. Pedja Mijatovic lo había fichado por siete millones de euros, procedente de Fluminense, tanta era la confianza que en él vieron al nuevo Roberto Carlos: Marcelo. Michael Robinson me contaba esta semana que vio cómo Roberto ganaba, él solo, un partido contra el Bayer Leverkusen, sin embargo cree que Marcelo es el mejor lateral izquierdo que ha visto nunca. Desde luego es mucho más que un digno heredero. Marcelo es feliz en zonas donde otros laterales odian estar, tira paredes, gambetea, busca por dentro, genera superioridades, cambia partidos, y sí, de vez en cuando se le pela el cable. Acierto enorme de Mijatovic
Una Real como antaño. El Madrid debe ganar mañana en Anoeta si no quiere la primera borrasca liguera. Esta Real juega bien, Eusebio ha cocinado el equipo a fuego lento, el ejemplo es Illarramendi, apunta a Rusia como relevo de Busquets, dirige una tamborrada de buen fútbol. Los txuriurdin repiten comienzo de temporada de aquel equipo que salió campeón en los 80. Aquella Real de Periko Alonso, padre de Xabi, de los bigotones de Satrústegui, Zamora e Idígoras. De la magia de López Ufarte, de rocas como Bixio Gorriz y del “no pasa nada tenemos a Arconada”. No acabará igual, pero la ciudad vive ilusionada, la idea de su entrenador cuaja.
Neymar y los códigos. Nunca me gustó que Neymar tirara lambrettas a partido vencido, creo en los códigos del futbol. Me pareció más una falta de compañerismo que un recurso técnico al alcance de pocos. Más que nada porque nunca se las vi hacer con 0-0. El martes negó la mano al lateral derecho del Celtic. Ralston se la ofreció a pesar de que Neymar le había hecho el gesto de “mira el resultado” después de una entrada del escocés. La grandeza se demuestra fuera y dentro del campo, es un enorme jugador, pero la prepotencia suele conducir a la derrota. No aprendió nada de Messi. Qué pena.
El ramo de Margarita. Vi a Margarita poner su primer ramo de claveles el miércoles por la noche en El Larguero que hicimos desde el Wanda Metropolitano, en ese córner que hoy cobra vida. Fue muy especial, como lo será hoy, sobre todo para los más veteranos colchoneros, aquellos que se fueron del Metropolitano al Calderón y que hoy abren las puertas de una nueva casa que acabarán sintiendo como hogar. Muchos éxitos y buenos ratos.