La tierra de Camacho. Cuando me acerco a Murcia pienso en Camacho (Cieza), Chendo (Totana), Antonio Ruiz (Guadalupe) o Macanás (Los Ramos). Esta tierra bañada en sol 300 días al año respira madridismo en un porcentaje récord en la piel de toro: el 70% son blancos. Lo constaté en San Pedro del Pinatar, donde me trajo esta vez la mochila viajera de las peñas. Un pueblo de 25.000 habitantes que se ubica en la comarca del Mar Menor, rodeado de salinas, aviones (los que aterrizan en el aeropuerto de San Javier) y barros. Estos están ubicados en Lo Pagán, una pedanía en cuya laguna (Las Charcas) son famosos los baños en barro, terapéuticos para artritis, gota, reumatismo y las patologías cutáneas.

Un Ángel. Así se llama el presidente de la peña. Un jiennense de Cazorla que emigró aquí con sus padres cuando él sólo tenía 12 añitos. Un año antes, en 1982, había nacido la peña madridista. “La sede social estaba muy cerca de casa y en poco tiempo convencí a mi padre para hacernos socios. En este pueblo casi todos ya éramos por entonces del Madrid”. Por si había dudas, en la comida de aniversario, celebrada en ‘El Parras’, la alcaldesa, María Visitación Martínez, no dudó en despedir su breve discurso con un sonoro: “¡Hala Madrid!”.

Master Chef. Ante 115 activos comensales fue desfilando el plato estrella de la zona: el caldero del Mar Menor. Un arroz entero cuyo sabor proviene del caldo que se hace con el pescado de roca una vez hervido. Le añaden ñoras (un pimiento seco muy típico en el Levante), ajos y tomate. Lo trituran todo con mucho mimo y luego le añaden mújol y dorada pescados en el Mar Menor. Exquisito.

Fútbol femenino. El pueblo presume de su apoyo total al fútbol femenino. Tienen tres equipos del Pinatar Féminas y, además, otros cuatro de chicas en la escuela de fútbol sala. También explotan las instalaciones modélicas que hace que en los cálidos inviernos vengan a concentrarse equipos como el Borussia Dortmund, la selección de Arabia Saudí u otros llegados desde China, Corea del Sur o India...

Remontada. Convencidos de poder dar caza al Barça. Siete puntos claro que son remontables. Lo dijeron los veteranos Paco Bonet y Pepe Salguero (¡aquellos felices años 80!) y los peñistas llegados de San Vicente del Raspeig, Torrevieja (¡grande Bernabé Bernabé!) y Arévalo. Esto acaba de empezar...