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El Betis deja al Madrid a siete del Barça

Esta vez no fue empate, fue derrota. El Betis salió a resistir y sacó el premio mayor: la victoria, con un gol de Sanabria en el alargue del partido, cuando aquello era un ida y vuelta loco, una ruleta rusa en la que el tiro en la sien se lo llevó el Madrid. Eso pone al Betis en una posición muy cómoda en la tabla y descuelga al Madrid a siete puntos ya del Barça. Claro que hay tiempo y recorrido, pero la distancia es inquietante porque el Barça corre que se las pela, al menos mientras Messi esté así. De golpe, todo se ha dado la vuelta. Al Madrid arrasador se le atasca el Bernabéu y el Barça que parecía sumido en el desconcierto se siente desahogado y feliz.

Fue un partido con varias fases. El Madrid salió un poco ramplón, como le ocurre con frecuencia en el Bernabéu, recostado en la seguridad de su poderío, en que sin hacer demasiado el gol llegará. Y luego más. El Betis le salió respondón. Se movió bien, manejando la pelota como le pide Setién, y pronto dio un par de sustos gordos: Carvajal sacó un balón de la raya y Keylor hizo un paradón. Así que el Madrid tuvo que apretar. Modric fue el primero que tocó la alarma, con una buena llegada que se escapó por poco. Se apuntaron otros, incluido Bale, lo que no le libró de pitos, esta vez inmerecidos. Pero en general al grupo le faltó constancia.

Hubo arreones, ante los que el Betis en algún momento sufrió. Pero Adán estuvo muy bien, firme y rápido. Y Cristiano no atinó. Ninguno de los remates de verdadero peligro fue suyo. Y ahí estuvo el partido, entre el acierto de Adán y la tarde un poquito ciega de Cristiano. Y en el atrevimiento final del Betis, cuando salió Joaquín, los de Setién se volvieron a desplegar, escaparon de su área. Y en el vaivén final, carreras por aquí y por allá, cazaron el gol, ya en el descuento, en perfecto cabezazo de Sanabria. Premio gordo para un equipo de trazo elegante, pero sufridor si es preciso. Y castigo serio para un Madrid que marcha a tirones.