El boxeo se quita el estigma

A veces basta con un par de plantas en un ascensor para que un vecino te cuente las bondades de su gimnasio: “Apúntate al boxeo, te deja como nuevo. Hay mucha gente que lo hace”. Felipe Martínez, presidente de la Federación Española, y Rafael ‘Balita’ Lozano, actual director técnico y doble medallista olímpico, nos confirmaron ayer la profundidad de este comentario ocasional, durante su encuentro con AS. Efectivamente, el boxeo está en auge en los gimnasios como entrenamiento personal, como actividad física y saludable... Y, de paso, para soltar tensiones y estrés. Otra cosa diferente es que ese crecimiento de la práctica pugilística esté teniendo un reflejo en la competición. De momento no es así. Pero al menos sí revela que el boxeo se está quitando el estigma del rechazo social.

En los tiempos en blanco y negro, el boxeo formaba, junto al fútbol y al ciclismo, la trilogía deportiva en la que se sustentaba España. Pero el boxeo cayó en desgracia, sufrió incluso vetos mediáticos, y los ídolos dejaron de brotar. Ni siquiera un enorme campeón como Javi Castillejo pudo devolver aquella gloria. El boxeo tiene seguidores fieles, pero no llega al gran público. Al menos ahora sí sabemos que es una disciplina practicada. Martínez quiere echar la caña también ahí: en el boxeo de los gimnasios, en el boxeo-fitness, en los colegios con técnicas de formas para iniciar a los niños... La Federación tiene un hondo agujero económico y dispone de pocos medios, pero sabe que para sacar boxeadores hay que empezar desde abajo, a edades tempranas, y luego formarles sin saltarse escalones.