“Necesitamos televisión y una franquicia en las World Series”
Felipe Martínez es presidente de la Federación Española de Boxeo. “Queremos apostar por el marketing, vender las bondades” asegura.
Felipe Martínez tomó las riendas de la Federación Española de Boxeo (FEB) en diciembre. Ante la situación de bancarrota y los inacabables problemas en el organismo, este policía local en Yecla (Murcia), natural de Elda (Alicante) y de sólo 40 años, decidió hacer frente en las elecciones a Antonio Martín Galán. Y las ganó: 28 votos frente a 21. De primeras, se encontró con las manos atadas por la economía.
“La deuda de la FEB alcanza los 700.000 euros y el Consejo Superior de Deportes debe auditar cualquier movimiento. Teniendo en cuenta que nuestro presupuesto es también de 700.000 euros, llevo nueve meses apagando incendios y sin tiempo para dedicarme a buscar más recursos que no vengan del Estado (la subvención es de 480.000 euros). Pero el potencial existe, y en este ciclo vamos a conseguir explotarlo”, avisa Martínez, que no tiene sueldo (su antecesor intentó ponérselo pero el CSD lo impidió) y hace malabarismos entre su trabajo en Yecla, la familia y la actividad de la FEB en Madrid.
¿Dónde está ese potencial? “Cada vez se abren más gimnasios y se dan más cursos de monitores. Calculamos que habrá entre 80.000 y 100.000 personas haciendo boxeo de forma recreativa. Queremos apostar por el marketing, vender las bondades del boxeo. No todo el mundo puede competir, pero sí acudir a una velada”, cuenta el murciano, que calcula que hay “unas 1.000 licencias amateurs”, pero eleva la cifra hacia las 8.000 contabilizando las que expiden las federaciones territoriales. Las profesionales están en torno a las 200: “Se han duplicado en un año”
“Nos estamos encontrando que algunas territoriales no homologaban sus licencias con la Española, que no enviaban tampoco las actas de los combates, y eso provoca situaciones desagradables e ilegales como que un púgil italiano sancionado dos años haya boxeado aquí sin que eso haya pasado por el Comité de Boxeo Profesional. Además, con la Licencia Única, las territoriales nos deben aportar una parte de su recaudación y son reacias. Ahora, les devolvemos ese dinero con la condición de que organicen campeonatos”, refiere.
Enfrentamiento
Tres territoriales (Cataluña, Valencia y Baleares) están poniendo continuamente, según Martínez, palos en las ruedas de la Española. Contra Leopoldo Bonías, presidente de la Valenciana, estudia incluso presentar una demanda al acusarle de malversación ante el CSD. “Hay algunos que no dejan trabajar y colapsan la actividad y es inadmisible que desde dentro desprestigiemos al boxeo”
Aunque el 90% de la Federación está centrada en el equipo nacional, bajo su paraguas también están los profesionales porque la FEB sanciona los títulos nacionales. “Son pocos y mal avenidos”, reconoce Martínez, que viene del campo amateur pues formó parte del equipo nacional, estuvo un ciclo olímpico (el de Atenas 2004) en la Blume y luego fue técnico. “Faltan promotores de verdad; lo que hay son organizadores de veladas. Les estamos escuchando y hemos bajado los cánones y los precios de las licencias casi a la mitad. Incluso, hemos llegado a un acuerdo con la AEPSAD (Agencia Antidopaje) para pagar nosotros el coste de los controles adelantando el dinero para asegurarnos de que se realicen. No quiero ingresos del boxeo profesional, pero tampoco problemas”, repasa como un torrente.
Felipe Martínez mira hacia el futuro y tiene claro qué le hace falta al pugilismo para resurgir. Un deporte que en los setenta formaba parte de la Santísima Trinidad del deporte español: fútbol, ciclismo y boxeo.
“Necesitamos una televisión, y tenemos varios proyectos, tanto para boxeo amateur como profesional”, explica el presidente. “Con esa televisión, podríamos poner en marcha una franquicia de las World Series of Boxing, que serviría para que nuestros boxeadores se rodaran. Tenemos ya hasta el logo, pero supone unos 300.000 euros de inversión”, avisa.
Liga World Boxing Series
Las WSB es una liga que puso en funcionamiento AIBA (la Federación Internacional de Boxeo Amateur) en la que participan 12 franquicias repartidas por Asia, Europa y América (Domadores de Cuba, British Lions, Astana Arlans...) con competidores de diez pesos que se enfrentan a ida y vuelta a cinco asaltos de tres minutos y con vendajes duros. Dan billetes para los Juegos (donde desde Río 2016 ya pueden competir pros), un 40% de las plazas están reservadas a púgiles del país y pueden mezclarse amateurs y profesionales. Los boxeadores ganan 1.500 euros por victoria y 500 si pierden. Y los hay con contratos más altos.
“Con una franquicia podríamos obtener dinero de las retransmisiones y de las entradas”, calcula Martínez. Rafa Lozano, el seleccionador nacional, le apoya: “Sería ideal para rodar más a los chicos y estaría bien un proyecto parecido a nivel nacional”. El doble medallista olímpico recuerda que Samuel Carmona y Martín Molina se enrolaron con los Roosters de Francia y Alejandro Camacho con los British Lions el año pasado.
Lozano trabaja con un grupo de diez púgiles en concentración permanente en la Blume, y el grupo de los júniors está en el CAR de Los Alcázares (Murcia). “Tenemos posibilidades serias de medalla en los Juegos del 2020. José Quiles (19 años, bronce en el Europeo), Gabriel Escobar (20 años, cuartos en el Europeo y en el Mundial) y Samuel Carmona (21 años, diploma olímpico y bronce en el Europeo) forman un equipo muy fuerte”, se ilusiona el Balita. Pero la tentación vive fuera: “Hace poco vinieron con una oferta para Carmona: 2.000 euros al mes y 1.000 por asalto”. De momento, han conseguido que se enganche con Tokio 2020.
Juegos Olímpicos
“Ahora los profesionales también pueden boxear en amateur, y clasificarse para los Juegos, pero sus promotores no les dejan”, apunta Rafa Lozano, que se queja de que, además, en el boxeo profesional se construyen récords “que no son reales” evitando los enfrentamientos entre los mejores púgiles españoles, algo que aportaría interés adicional.
Felipe Martínez, que ha vivido el circuito amateur en primera línea, cree que en España se comienza tarde a practicar el boxeo. “Yo entré con el equipo con 24 años”, pone de ejemplo. Por eso, han promovido un proyecto bajo la denominación de Schoolboys para niños de 11 y 12 años en un primer nivel y 13 y 14 en el segundo. “Si comienzas con 18 años, puedes aspirar a poco, y en otros países desde los ocho años ya lo practican. Ha costado, pero ya hay madres que nos traen a sus hijos a practicar boxeo”, se alegra.
La FEB ha fomentado el boxeo de formas (sin contacto) entre los más pequeños y el uno contra uno pero sin empleo de la fuerza, centrándose en la técnica, para los Schoolboys. “Eso nos va a acercar a otros países de Europa. De esa base saldrá la selección del futuro”, adelanta.
Para aprovechar el tirón del boxeo recreativo, el que se practica en los gimnasios sin afán de competición, también se está elaborando un proyecto de fitness-boxeo para sacar rédito de este tirón que luego no se decide a dar el paso de interesarse por la competición o asistir a una velada.
“La visión negativa que había sobre el boxeo ha cambiado”, dice esperanzado Martínez. Un presidente joven, con tajo por delante.