Dos partidos y dos golazos de bandera, CR7 está “on fire”. Loco por contestar a las injusticias que le persiguen: los árbitros, los comités, la hacienda pública y la inflación del mercado de fichajes que ha dejado su contrato laboral lejos de los de Messi o Neymar. ¡Qué tristeza! Lo de los árbitros tiene una solución factible, pasa por dejar de quitarse la camiseta, controlar algunas reacciones y asumir que van a seguir equivocándose toda la vida. Lo de los comités es mejor asumirlo y olvidarlo: el día que el Madrid consiga que una instancia deportiva le acepte un recurso tendrían que ir a Cibeles a celebrarlo.

El asunto de los impuestos tiene mala pinta. La Agencia Tributaria y la justicia se están mostrando rigurosas tapando los vericuetos por los que los entornos de los futbolistas sacaban su tajada de millones sustrayéndolo al erario público. Ya veremos cuánto, pero le va a tocar pagar y ser más riguroso con sus “asesores financieros”. Y luego está lo de su contrato, firmado hace sólo nueve meses, y que los movimientos de este verano han dejado fuera del primer nivel. Que Messi y Neymar cobren mucho más que él puede no parecer justo, pero el club no tiene la culpa de la locura o mala planificación de otros. El madridismo ya reaccionó con frialdad ante su rabieta de este verano y no vería bien otro berrinche. Muchas veces vale más el cariño que el dinero.