La foto que surgió del frío

Hay fotos que son como esos dolores de César Vallejo. En el fútbol también hay dolores. Entró el dinero a alborotar la casa. Pero lo que no puede hacer el dinero es doblegar el sentimiento del que menos pinta en el entierro: el aficionado. Y éste reacciona, no pincha ni corta en el entresijo feroz del fútbol, pero le dan ganas de parar el tiempo, “a mi equipo no le puede estar pasando esto”.

Pero está pasando, lo estás viendo, como decía el eslogan de CNN+. Y el último vestigio de ese drama que le pasa al aficionado del Barça está en esa fotografía. A la vez que el club se enfrenta solo contra la risa de Neymar, éste se retrata con los ídolos restantes. Cuando ya hemos asumido algunos de los adjetivos que mereció la salida del otrora héroe número dos, después de Messi, y nos habíamos hecho a la idea del olvido, de la búsqueda veloz de un sustituto, aunque fuera Deulofeu, Messi recupera la sonrisa… junto a su excompañero, el tránsfuga más famoso del fútbol, ay, después de Figo.

Lo de Figo fue, como dicen los mexicanos, “lo mismo no más que diferente”. La directiva del Barcelona de entonces dejó pudrir el drama entre enredos, y por la otra puerta se fue Figo al Real Madrid. Conspicuos barcelonistas entendieron la estampida, pues la directiva fue más torpe que las piedras de los barrancos. Con Figo no se retrataron otros futbolistas. Pero, ¿por qué se retratan estos? Pues porque delante tienen, otra vez, una directiva inútil, que no ha actuado con la celeridad conveniente a una crisis como esta que ahora hiela la sangre al aficionado como el frío que nace de una fotografía.