A José Manuel Moreno Periñán le llaman el ‘Abrelatas’, según recordó Fermín Cacho en un reciente evento de La Caixa. El ciclista chiclanero era la primera baza de medalla de España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Y ganó. Aquel oro en el kilómetro enseñó el camino a los demás, motivó tanto a los deportistas anfitriones que encadenaron la mejor actuación de todos los tiempos con 22 medallas: 13 oros, 7 platas y 2 bronces. Nunca se ha igualado. Para hacernos una idea de la dimensión, hasta entonces sólo se habían sumado 28 (6 oros). Ese mismo año ya se había roto otra barrera en los Juegos de Invierno de Albertville, cuando Blanca Fernández Ochoa se convirtió en la primera española que subía al podio femenino. En verano, en la Ciudad Condal, Miriam Blasco lo transformó en oro.

Tras ella lo hicieron también Almudena Muñoz, Theresa Zabell y Patricia Guerra, la Selección de hockey... La mujer ya brillaba. Ahora gana más medallas que el hombre. Es cierto que en aquella época ya había números uno como Miguel Indurain y Arantxa Sánchez Vicario, pero aquel oro del ‘Abrelatas’ cambió la mentalidad competitiva del deportista español. Desde entonces se han coleccionado 100 medallas olímpicas más (26 oros). Y se han ganado títulos mundiales en fútbol, en baloncesto, en balonmano... y hasta en disciplinas culturalmente tan lejanas como el bádminton y el patinaje sobre hielo. Todo empezó en Barcelona. Por eso AS ha convocado allí a los medallistas olímpicos de siempre para rendirles un merecido homenaje. La de hoy será una noche mágica, igual que esa montaña de Montjuïc.