Usain Bolt ya tiene sucesor

El atletismo ha entrado este mes de julio en pleno apogeo, con la celebración de cinco pruebas de la Diamond League, la segunda de ellas este jueves en Lausana y la siguiente el domingo en Londres. Allí, en la capital inglesa, se celebrarán también los Mundiales en el vecino agosto. Si estos campeonatos ya son especiales por sí mismos, este año generan más expectación porque servirán de despedida de la élite a un mito, a un héroe olímpico, a un hombre que ha sostenido su deporte en los últimos años. Me refiero, obviamente, a Usain Bolt. La marcha del jamaicano abre un debate sobre su sucesión. No tanto en el dominio de sus pruebas, porque sus marcas son estratosféricas, sino al frente de un atletismo que vive de iconos. Un nombre suena con fuerza: Wayde van Niekerk, sudafricano de 24 años.

Su mes de junio ha sido galáctico: 9.94 en 100 metros, 19:84 en 200 y 30:81 en 300. Este último registro supone un nuevo récord mundial de la distancia, en la que destrona al legendario Michael Johnson, a quien ya desbancó también en 400 metros durante los Juegos Olímpicos de Río: 43:03. Van Niekerk compite este jueves en Lausana en la vuelta a la pista y, al hilo de su racha, se puede esperar otra vez cualquier cosa. Ningún atleta ha sido jamás tan rápido ni tan polivalente en el conjunto de estas pruebas. Probablemente el sudafricano no alcanzará nunca el carisma de Bolt, que encandilaba más allá de sus exhibiciones deportivas. Pero como atleta es uno de los mayores fenómenos que se han vivido en los últimos años. Anoten su nombre, si no lo habían hecho ya. Porque Bolt se va, pero el atletismo sigue.