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No será fácil, pero nada lo es en el Atleti

Toca mudar el alma, cambiar de casa sin perder el sentimiento. Sin perdernos a nosotros. Se cierran las puertas de nuestro templo, pero no se cerrará el recuerdo, ése que con cada grito, cada lágrima y cada gol quedó forjado en sus asientos. Llevamos toda la vida despidiéndonos. Dijimos adiós a Futre, a Adelardo y mucho más lejos a Luis Aragonés. Dijimos adiós al Niño, aunque volvió para demostrarnos que nunca dejó de sentir. Ahora, llegado este fatídico día, no sé a qué aferrarme. Nos mudaremos nosotros, lo hará el equipo y lo hará nuestra pasión india, pero todo seguirá igual, Atleti. Si algo te hemos dejado claro es que te seguiremos hasta el fin, hasta el mismísimo infierno. Ese infierno en el que convertimos nuestro estadio cada vez que un rival pisaba el suelo.

Qué te voy a decir, conseguimos trasladar el Calderón a cada lugar al que te desplazaste, conseguimos que toda Europa, qué digo toda Europa, todo el mundo nos envidiara. Cómo no vamos a hacerlo ahora. Toca empezar de cero, pero con la base de lo sabido y el espíritu de lo vivido. No será fácil, pero al fin y al cabo para nosotros nunca nada lo ha sido. La afición se traslada, tenemos nueva casa para nosotros, nuevo infierno para el mundo.

Judith Cortés es participante del concurso ‘Despídete del Vicente Calderón con el Diario AS’.