El circo del combate Mayweather-McGregor
El 26 de agosto se verán encima de un ring, con reglas de boxeo, el mejor púgil de los últimos tiempos, Floyd Mayweather, y el mejor luchador de UFC libra por libra de la actualidad. ¿Deporte o puro show?
Si no ponen cara a Floyd Mayweather y Conor McGregor, dense prisa. Hasta el 26 de agosto los tendrán hasta en la sopa. Protagonizarán el combate entre el mejor púgil de los últimos tiempos y el mejor luchador de UFC (Artes Marciales Mixtas, en las que es legal golpear con manos, pies, codos, piernas, hay derribos y luxaciones). El estadounidense, que se retiró hace dos años con un 49-0 igualando el récord de Rocky Marciano, no le hace ningún favor al boxeo, el deporte en el que es un mito y que, precisamente, está sufriendo tremendos bocados en cuanto a audiencias y popularidad de la UFC, una estructura superprofesionalizada que crece exponencialmente en todo el mundo. Parte con demasiada ventaja (a 12 asaltos) ante el irlandés, que nunca ha boxeado. Ni en amateur ni como profesional.
Por lo tanto, si Mayweather lo destruye, será una decepción por la falta de competitividad. Si pierde, la UFC puede dar una estocada a su gran competencia. Evidentemente, Mayweather perdería casi seguro en un octógono de UFC. Un campeón como Óscar de la Hoya, ve en todo "un circo". Y avisa: "Podría ser el fin del boxeo". En MMA han triunfado medallistas olímpicos en judo como Ronda Rousey, en lucha como Henry Cejudo o expertos en taekwondo como Yair Rodríguez. Son deportes totalmente diferentes. Está claro que el poder de atracción, el cebo, es potentísimo. Y también está claro que Mayweather y McGregor (se especula con bolsas garantizadas de 100 millones para el boxedor y 75 para el luchador) sólo piensan en el dinero. Uno volverá a su retiro pase lo que pase y el otro a la UFC. El resultado es lo de menos. Y cómo quede el boxeo, también. Ojalá no sea un fiasco.