Duelo para confirmar el fin de ciclo

Un partido de esta envergadura no sólo se ve en el mundo entero sino que también atrae hasta aquí a gente de una multitud de países distintos. En los últimos días, tuve ocasión de coincidir en la capital de España con viejos amigos procedentes de la península arábiga con quienes ya había disfrutado de la famosa Décima en Lisboa. Esos madridistas de pro, que viven su pasión por el club blanco de una forma descomunal y que soñaban con hacerse una foto con Tomás Roncero (¡sueño cumplido!), no querían perderse bajo ningún concepto el encuentro de hoy contra el Barça, cinco días después de la victoria frente al Bayern en Champions. Una semana futbolística (y fantástica) que puede tener un impacto brutal en la historia del equipo de su corazón. Me comentaron que la mayoría de los aficionados de esta parte del planeta se había hecho madridista porque, cuando se empezó a poder ver en directo la Liga española gracias al satélite, al principio de los años 2000, era la época del Madrid de los Galácticos.

Lógicamente, este nuevo público se enamoró del equipo que más ganaba y que mejor jugaba. Sobre todo los niños y los jóvenes que son los que hoy en día crean peñas y acuden al Santiago Bernabéu. Cierto es que el Barça de Messi ha ganado muchos fans gracias a sus numerosas victorias, pero este ciclo ya está cambiando. Por eso un triunfo del Real Madrid en el partido de esta noche serviría para mucho más que un título de Liga. Sería cerrar definitivamente el ciclo culé y consolidar el del Real Madrid, con todo lo que significa a la hora de crear afición a nivel mundial.