Tercer tiempo

F de fútbol

En El Médano, Tenerife, vi este Viernes Santo un partido de la Liga Iberdrola del fútbol femenino. El campeón vigente, Athletic de Bilbao cayó por 4-0 ante el Granadilla Egatesa. Un gentío. Egatesa hizo un partido extraordinario, las futbolistas del Athletic aguantaron el chaparrón. Pocas faltas. Un fútbol de Primera División… femenina. Pero ya quisieran jugar tan bien los masculinos. Euforia en la grada.

Mezcla universal

En el Egatesa, como en las escuelas del sur, hay chicas de todas las nacionalidades; el presidente (Sergio Batista) les busca trabajo en empresas patrocinadoras del equipo. A la japonesa (Ayano Dozono) se le cumplía el tiempo en Tenerife, lo renovó. Y no se quiso ir de la isla. Ahora es como la mascota. Marcó un gol. Le gritaron “¡Puta Madre!” Junto con “Mojo Picón”, fueron las primeras palabras que aprendió. Puta Madre.

La atmósfera

Campo humilde junto a la playa; césped artificial. Quieren césped de verdad. La atmósfera es extraordinaria, como si la ilusión del fútbol tuviera ahí su primera residencia. Fueron noventa minutos de gran juego. Para mi fue como si volviera al fútbol que quise en la adolescencia. Cantaban en la grada lo de Senante: “¡Mojo Picón! ¡La rica salsa canaria se llama mojo picón!” Sextos en su liga.

El trono de Isco

En LaLiga del otro sexo, Isco es ahora el rey que se disputan todos. Los que lo descubrieron, los que lo criticaron, los que lo pusieron, los que lo pospusieron. El mojo picón de todas las salsas. Un futbolista de precisión; como si llevara un reloj dentro, una brújula. Hace un rato se parecía a Iniesta. Ahora es como Iniesta. Es como Borges escribe: parece que todo es fácil. Y es porque él es capaz de hacerlo así.

I de inteligencia

Y es que el fútbol es un circuito que va de la inteligencia a los pies. Isco tiene esa inteligencia intacta; corre por sus venas acompañada por la intuición: él sabe dónde está el otro y sabe dónde está el gol. Y es exacto en el control del tiempo. Como Iniesta, como Xabi Alonso, como Xavi Hernández. Como Zinedine Zidane. Sería interesante saber por qué estuvo tanto tiempo esta inteligencia en barbecho.

Clima de amistad

Lo que se desprende en torno a él ahora es un clima de amistad. El Real Madrid ha ido consiguiendo eso, risco a risco. El banquillo hace eso, amigos, más que el terreno de juego. Cuando juegan los habituales del banquillo se nota. Griezmann salió el sábado ante Osasuna del banquillo, feliz; debe haber ahí un clima especial. Iniesta salió y le dio cierto ritmo al Barcelona.

Banquillo de Andrés

Debate en Carrusel sobre Iniesta y el banquillo. Predominó esta idea: lo acuerda con Luis Enrique. Nunca ha sido Iniesta un futbolista incómodo. Su juego es de brisa. Pero en el Barça se ha roto el ángel que hubo. Ahora es como si el equipo tuviera dolor de cabeza. En El Médano había alegría. En el Camp Nou había esa bronca interior de la conciencia de la pérdida. Pasé del paraíso al purgatorio en un suspiro.

Mojo picón

Parecía que ese mojo tan sabroso que el Viernes Santo habían servido las chicas se trasladaría al fútbol masculino canario. La UD Las Palmas perdió con estrépito en Bilbao, de donde venían las chicas que cayeron en El Médano. Y el Girona detuvo al Tenerife en su camino a LaLiga. El sabor de esa salsa estaba a punto: se le atragantó un penalti. La salsa es rica, pero ha de combinarse con buenas papas bonitas.