Buen rollo sin influencias
Dentro de una semana Carlo Ancelotti, el que será siempre el entrenador de la Décima, pisará de nuevo las calles de la capital de España. Así que voy a esperar al próximo martes para escribir a Carletto la cariñosa carta que se merece. Mientras tanto, tenemos que reflexionar sobre la influencia que su relación con Zidane va a tener sobre la eliminatoria, empezando por el ya decisivo partido de esta noche. Ancelotti fue muy importante en el proceso de formación del francés como entrenador y, durante el año que le tuvo de asistente, le enseñó a planificar una temporada, a conceptualizar la organización de los entrenamientos, a entender mejor todo el abanico que representa el papel de técnico de un equipo grande. Y como gestionar un grupo con tantos egos como es el vestuario del Madrid.
La aportación del italiano al crecimiento de Zizou estuvo mucho más en estos aspectos del rol de coach que en lo puramente táctico. Por ello se ve mucha similitud en el estado en el que tanto el Bayern como el Madrid están llegando a este momento crucial de la temporada. Y hablando ahora de la amistad y de la relación maestro-alumno, que tanto interesa, y de la influencia que podría tener sobre el desarrollo del encuentro, les puedo asegurar que será nula. Buen rollo sí, pero ningún impacto. Porque Ancelotti y Zidane son ante todo competidores obsesionados por la victoria. ¿Y lo que sabe el italiano de sus antiguos jugadores? Tampoco cuenta porque todo el mundo que sigue un poco al Madrid ya conoce perfectamente las características de esas estrellas mundiales. Así que cero ventaja para Carletto hoy.