El Leicester, estrella del sorteo
El fútbol es como el cerdo, con perdón: se aprovecha todo. Ya conocerán esa frase, elogio máximo de ese nuestro estrecho familiar genético: “Del cerdo me gustan hasta los andares”. Igual es el fútbol, en el que no tienen desperdicio ni los sorteos, actos aburridos y resignados en su diseño inicial, pero convertidos en hecho televisivo y materia de programa de radio (y de portada de periódicos, salvo suceso extra) por mor de las malicias que el fútbol provoca. ¿Son puros estos sorteos? Yo apuesto a que sí, a que el sistema de cabezas de serie calma todos los intereses del sistema, pero no todo el mundo cree lo mismo.
Así que desde que el Leicester eliminó al Sevilla empezaron a correr memes de Florentino amañando el sorteo para que le toque al Madrid. El retrato de Florentino como un Puedelotodo internacional es un favor que le hacen enemigos párvulos, que a base de presentarle tan poderoso crean una imagen de la que él se alimenta, porque luego le sirve para amedrentar a los pobres de espíritu, que son legión. Si manda en los bombos de la UEFA, ¿cómo no va a mandar en mi medio, en mis jefes? Y así, desde ese equívoco alimentado por quienes viven mejor en la queja frívola que en el plante serio, medra gente del tenor de nuestro héroe.
Dicho esto, a ver si hay suerte y al Madrid le toca el Leicester. Los madridistas serían felices, porque les parecerá el rival más propicio, ahora que hemos sabido que la presunta declaración de Zidane era una fábula. En cuanto a los antimadridistas, si el sorteo les proporcionara ese regalo, les haría sentirse fugazmente plenos por la confirmación de sus malicias. Así que todos contentos, si se diera el caso. Al fin y al cabo, cuando haya terminado todo sólo flotará uno, el campeón, que habrá quedado por encima del resto. Pero mientras ese día llega, bueno es que hagamos de cada sorteo un suceso. Del fútbol se aprovecha todo.