No es el sistema, sino la actitud
Dijo ayer Zidane que el problema no es 4-3-3 ó 4-4-2, sino la actitud, y me parece que en eso todos estamos de acuerdo. Si se habla de 4-3-3 con sospecha en el Madrid es porque resulta el sistema obligado cuando juega la BBC y pasa lo que pasa. Y lo que pasa es que no corren hacia atrás, o lo hacen pocas veces, cuando se acuerdan, así que el resto del equipo se siente mal. Si falta uno, el factor escaqueo es menor. Si faltan dos, como pasó en Eibar, menor todavía. Y así pasó, que vimos un Madrid solidario, intenso, sin vías de agua, sin reproches. Un Madrid que ganó con empaque y facilidad en un campo que no regala nada.
Eso no condena a la BBC, pero sí le exige. Brillantes jugadores uno por uno, pero que cuando se juntan los tres producen un déficit acumulado de 'actitud' que los demás tienen que compensar, y no siempre pueden. Y algo más: Cristiano, Bale y Benzema, excelentes los tres, tienen tras de sí a jugadores también muy buenos. Cada vez que salen no es sólo que cumplan, sino que en ocasiones brillan. Y apoyan más a los de atrás. Luego, cuando se cura la estrella de turno les toca volver al banquillo y esperar otra ocasión. Lo hacen sin rechistar, pero las situaciones de injusticia no se pueden prolongar en el tiempo. Acaban por estallar.
Actitud, dijo Zidane. Eso se le pide a la BBC. Les conviene conocer un dato, por si acaso: con los tres juntos, los resultados del Madrid son peores que cuando falta uno de ellos. No es un dato menor. Sólo se les pide que a su excelencia añadan un apoyo necesario al colectivo. Los tiempos de las figuras rebajadas de servicio quedan lejos. No hay que remontarse a Di Stéfano, basta recordar cómo apretaba el Barça de Guardiola (que llegó a reunir al podio del Balón de Oro de un mismo año) para entender lo que digo. El mejor jugador es el que vale para todo el campo, para todo el tiempo y para todos los campos.
Sigue el partido de vuelta de octavos de final de Champions League entre Nápoles-Real Madrid.