Zizou, Roig, las bolsas y McLuhan
El mal ya está hecho. Ayer por la tarde recibí una llamada de un compañero de L’Equipe, el medio del cual tengo el honor de ser su corresponsal en España, porque quería informaciones para un debate que debía celebrarse anoche en La Chaîne L’Equipe, el canal de televisión del periódico. Uno de los temas de esta tertulia francesa era muy significativo: “¿Están favoreciendo los árbitros al Madrid?”. Y todo esto venía, por supuesto, a raíz de la vil frase pronunciada por Fernando Roig sobre las bolsas con las que los árbitros salieron del Estadio de la Cerámica. En esta ‘aldea global’ en la cual se ha convertido el mundo (como lo vaticinó el filósofo y sociólogo Marshall McLuhan en 1967), esta grave acusación del presidente del Villarreal ha salido por todas partes. Y ha calado. Ensuciando al Real Madrid y, con un efecto colateral que Roig no controló, al fútbol español y a España como país. Lo terrible de esta insinuación es que siempre quedará algo…
Resulta muy difícil atacar al Madrid desde que Zidane está en el banquillo porque es un entrenador muy educado que no se mete con nadie ni provoca polémicas. Además, el equipo gana títulos, va líder y juega bien al fútbol. De allí la voluntad de algunos como Roig de rebuscar en el fango para intentar tapar sus propias vergüenzas (la humillante eliminación contra el Roma por ejemplo). “Que moleste a gente puedo entenderlo”, dijo Zizou ayer con esa clase que le caracteriza y consciente de la envidia que le rodea. Por ello, los éxitos del Madrid son todavía más placenteros y más valiosos.