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El caso Zozulya, un caso endemoniado

He aquí un caso endemoniado: el de Zozulya, jugador ucraniano fichado por el Rayo pero repudiado por los Bukaneros, los radicales del club, intratables. De Zozulya han circulado fotos con armas, se sabe que es (y se define como) un patriota ucraniano, activista exacerbado como consecuencia de la situación que vive su país, al que Rusia va metiendo bocados. Eso explica algunas de las fotos que vemos. Pero no está condenado por nada, ninguna razón hay para impedirle que desarrolle su trabajo. Sólo que los Bukaneros le han recibido peor que de uñas, con amenazas. Y le han asustado, lo mismo que al presidente, Martín Presa.

Ayer hubo una reunión en la AFE a la que asistieron, entre otros, Rubiales, Tebas, Martín Presa y el jugador. Ángel Haro, presidente del Betis, estuvo en contacto por teléfono. Lo que salió de ahí fue un compromiso para garantizarle la seguridad al jugador y a su familia (tiene mujer, una niña de seis años y un niño de meses) si decide jugar en el Rayo. De momento, ha regresado a Sevilla y lo pensará el lunes. Los jugadores del Betis, de donde procede, leyeron ayer un comunicado, con Joaquín a la cabeza, respaldándole y elogiándole. Pero allí ya no puede jugar, porque los papeles ya están hechos. Puede jugar en el Rayo o en ninguna parte hasta junio.

Lo peor de todo este embrollo es que los Bukaneros se salgan con la suya. Ya hace tiempo que la tienen tomada con Martín Presa y aquí han visto la ocasión para venirse arriba. Cuando entró en el club, hace seis años, Martín Presa cometió la novatada de invitar a su núcleo duro a un partido importante, en Sevilla. Luego conoció el paño y rompió con ellos. Desde entonces le han perseguido (llegaron a sabotear, con el corte del cable, un Rayo-Madrid, ¿recuerdan?) en las buenas y en las malas. La duda es si Martín Presa y Zozulya tendrán valor para afrontar la situación, y si tal cosa es posible. Pero la alternativa es que ganen los ultras.